10.- Temporada 8, capítulo 1

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Después de ese breve intercambio de mensajes no sé nada más de Jared y casi que lo agradezco.

Megan se pasa por el bar al finalizar su turno y me propone escabullirnos un poco para ver si podemos echarle un vistazo al primer capítulo de la temporada 8.

Yo sigo un poco confundida por la conversación de antes con Jensen y dudo entre contárselo o no. Al final, mientras salimos a la zona pública del Olympia West y caminamos mezclándonos entre los asistentes de la convención, se lo explico.

Megan, que pasó por su propio infierno hace años, lo entiende perfectamente y ni siquiera se sorprende al saber como se siente Jared.

—Da igual, no quiero hablar más del tema.

Enseñamos nuestros pases y nos dejan entrar en el auditorio dónde ya ha empezado la proyección de un resumen de la temporada anterior de Supernatural. Esta todo oscuro y lleno de gente, sin asientos vacíos, así que Meg y yo nos quedamos atrás del auditorio, apoyadas en la pared mientras empieza el nuevo capítulo en primicia. La gran pantalla muestra el logo de la serie y el auditorio estalla en gritos y en aplausos.

Si habéis llegado hasta aquí imagino que ya sabéis de que va Supernatural pero si vais despistadas os lo resumo así en plan loco: los hermanos Winchester cazando seres sobrenaturales como vampiros, demonios y fantasmas. Claro que hay otras muchas cosas, pero esa sería la base.

En silencio y un poco emocionadas, Megan y yo observamos en la pantalla como el ángel Castiel, nuestro Misha Collins, con quién ayer estuvimos cenando, ha abierto las puertas del purgatorio y ha absorbido miles de almas, convirtiéndose de pronto en un ser todopoderoso que amenaza a Sam y Dean Winchester. Al abrir las puertas del purgatorio al parecer ha dejado salir a unos monstruos llamados leviatanes que enseguida la empiezan a liar. 100% diversión al estilo Supernatural.

Qué guapo está Sam. Digo Jared. O Sam. Yoqueséya.

Imagino que Meg, a mi lado, también se debe sentir muy rara al ver a esos dos en pantalla después de haberlos tenido desnudos encima. Y debajo. Y al lado. La verdad es que es una situación bastante extraña, pero también divertida.

De pronto Megan pega un respingo y me sobresalta en la oscuridad, mientras Sam y Dean en la pantalla buscan pistas de los leviatanes.

—¡Ay madre!

—¿Qué, qué pasa?

—¡Que he invitado a Jensen a cenar y no tenemos nada en la nevera?

—No es verdad, hay pizzas en el congelador.

Está oscuro y solo las luces de la pantalla iluminan el rostro de mi amiga, pero puedo ver que antes muerta que ofrecer una pizza congelada a un invitado ilustre.

—¡No vamos a darles pizza!

—¿Y por qué no? Son americanos. De Texas. Lo más sofisticado que habrán visto culinariamente hablando debe ser unos nachos con queso.

—Me da igual, voy a ir un momento al Tesco a comprar ingredientes para una boloñesa.

—¡Y vino y cervezas!

—¡Shtsss!— nos hacen callar desde las últimas filas. Creo que es hora de que nos larguemos de aquí.

Ian, el responsable del staff, nos entrega los documentos laborales conforme hemos trabajado durante las dos jornadas y da por finiquitado nuestra jornada, así que ya podemos irnos a casa.

Megan me obliga a acompañarla al Tesco y aprovechando que en breve cobraremos llenamos el carro de comida (y bebida, por supuesto). Mientras ella escoge cantidades ingentes de vegetales yo escribo rápidamente a Jared con la dirección de nuestro apartamento. Él me manda una emoticono alegre y me dice que tiene ganas de verme.

Hi, Winchester [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora