5.- Team Sam o Team Dean

1.1K 97 24
                                    

Jared y Jensen (quizá debería empezar a llamarles los J2) se van a comer algo y a seguir trabajando y Megan me arrastra afuera del Olympia West con cara de querer apagarme un cigarrillo en un ojo. Yo solo puedo reírme como una foca drogada, pensando que en unas horas vamos a estar cerveceando con esos dos. No sé si mis ovarios están preparados para esto.

—No he podido evitarlo, te lo juro.

—¿Entiendes el concepto promesa? Ya sabes, tu te comprometes a algo y lo cumples. Es fácil e incluso las rubias podéis comprenderlo.

—Oye, no te pongas en plan señorita. ¿Sabes cuantas tías querrían tener una cita con Dean Winchester?

—¡No es Dean Winchester, es Jensen Ackles!

—En mi cabeza no, es Dean Winchester y te va a... IMPALAR.— me río otra vez por el juego de palabras absurdo porque llevo un subidón de adrenalina importante y veo que a Megan también se le escapa la risa nerviosa.

Parecemos dos gilipollas.

—Ay, joder. Ay, joder. No puedo creer que me hayas vuelto a liar en una doble cita.

—Bueno, en realidad no sé si es una doble cita, porque en principio también se apunta Misha. Aunque si quieres tirarte a los dos, por mi vale.

—¿Pero qué dices loca? Yo no he hecho un trío en mi vida y no lo haré esta noche.

—Ah, nunca digas nunca.— la abrazo feliz de la vida y ella me devuelve el abrazo con un suspiro resignado.— Sabes que nos lo vamos a pasar de puta madre, así que venga, vamos a recoger y a esperar a los chicos.

—Un momento.— se alarma Megan, apartándose de mi.— ¿Dónde vamos a llevarlos?

—Qué pregunta más tonta, querida mía. Pues al Black Plains, claro.

Acabamos con nuestras obligaciones en el Olympia West y como hemos acordado les esperamos en la entrada privada del recinto. La rueda de preguntas se ha alargado un poco y dudo que a estas horas encontremos un restaurante para cenar.

A mi lado Megan fuma un cigarrillo tras otro. Sé que está histérica por dentro. Nada que el alcohol no arregle, por supuesto. Mi amiga es parlanchina y tiene un don natural para charlar con desconocidos, pero por dentro sé que tiene una vena muy tímida, especialmente si está delante de alguien a quién admira.

Poco a poco el Olympia se vacía de personal y al fin salen nuestros tres flamantes acompañantes. Se han cambiado de ropa, al menos Jared y Jensen, pero siguen vistiendo muy informales. Misha va con unos pantalones anchos, camisa hawaiana y sandalias. Madre mía.

Jensen procede a las presentaciones pertinentes y supongo que Jared le ha contado nuestra breve conversación de antes, porque al cabrón se le escapa la risa cuando dice mi nombre.

Como era de temer ya hay pocos sitios abiertos para comer a esas horas de la noche, pero a los chicos no les importa no ir a un restaurante pijo. Encontramos un italiano un poco cutre que cierra más tarde y decidimos que servirá para comer cualquier cosa. Pedimos tres botellas de vino y no dejo de llenar la copa de Megan, que se va soltando cada vez más. De hecho, cuando termina la cena ya está un poco piripi.

Ayuda mucho que los chicos sean tres cachondos de campeonato, especialmente Jensen y Misha. Menudo bromance llevan estos dos. Las chicas adictas a los fanfics de Destiel tendrían material de masturbación para semanas si vieran lo que estoy viendo yo. Jared es más tranquilo pero cuando se ríe la mesa tiembla y se oye su risa en todo el restaurante, lo que no me extraña, porque el muy bastardo mide casi dos metros.

—Pero nos tenéis que contar que es lo más raro que os ha pasado con una fan. Venga, que salgan las confesiones vergonzosas.

—De verdad que no lo quieres saber, Kat.— replica Misha, secándose la boca con la servilleta y pidiendo otra botella de vino al camarero.

Hi, Winchester [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora