Abby ®️

25 | Blake es un misterio

Llegó el último día de la semana, que se hacía más ameno con una excursión, la primera del curso, y la última, efectivamente. Tampoco es que contara mucho como excursión ya que íbamos a un teatro a que nos contaran algo de historia.

Espere a Shelby para subir al autobús ya que como siempre llegaba tarde. Cuando entramos buscamos dos asiento, y maldecí no haber subido antes cuando vi que el único sitio libre era detrás de Nash y Blake. Shelby decidida se dirigió hace allí, se sentó y yo la seguí.

Por suerte no hicieron ningún comentario ni broma, cualquier cosa de ellos haría que estallara y seguro que no habría acabado nada bien.

Bajamos y nos fuimos sentando en los sillones. El teatro empezó y a los dos minutos estaba totalmente aburrida, mi amiga era lista y se había dormido, hasta se había llevado un cojín en la maleta. No lidera el mundo porque no quiere, pensé.

Noté la mirada de alguien y desvíe mi mirada hasta encontrarme con la de Blake que estaba unos asientos delante. Me limité a rodar los ojos en señal de desaprobación. Me volvía loca, pero literalmente, no lo entendía, me confundía, y eso no me gustaba.

Cuando acabó el teatro me dirigí al baño, y cuando salí vi a Blake en la puerta. Intenté pasar de largo pero me agarró la mano con una mirada fija y apretando su mandíbula. Por favor Dios sácame de aquí, pensé.

— ¿Interrumpo algo? — habló Dylan mirando a Blake intimidantemente.

— No nada — dije y me zafe de su agarre.

(...)

El fin de semana llegó y mi único plan y preocupación era comer y dormir. Al fin y al cabo, es como mejor se vive.

— Abby — me llamó mi madre desde el salón. Bajé tras varios minutos replanteandome si era tan importante como para levantarme de la cama.

— ¿Qué ocurre? — dije llegando al sofá.

— Hija, tengo una noticia que darte — sonrió haciendo que mi confusión creciera.

— ¿Qué ocurre? — alcé una ceja.

— Verás hija, durante este tiempo, he conocido a una persona — para para para, ¿me va a presentar a su novio?, pensé poniendo caras — y bueno, hace unos días — dijo señalando su mano donde destacaba un anillo en su dedo anular, PARA PARA PARA ¿QUE SE AVECINA BODA? OH DIOS MIO, grité mentalmente atragantandome — y bueno, estamos comprometidos.

Después de varios minutos de asimilación, respire hondo y pensé en lo que iba decir, ¿debería estar contenta por mi madre? porque no lo estaba.

— ¿Me alegro?— dije con poca aprobación.

— Sé que te parecerá raro, sobretodo después de lo de tu padre pero — interumpí.

— Hombre un poco raro si que es, tú me enseñaste que un saco no saca otro clavo... — dije encogiendome de hombros.

— Lo sé pero puede ayudarte a sacarlo — dijo poniendo una mano sobre la mia.

Mis nivel de confusión estaba por los aires, no entendía nada, osea ¿cuando me va a decir que es una broma?

— Creo que no es el mejor momento para decirme esto — dije apretando mi cabeza con mis dos manos notando un fuerte dolor en esta — últimamente no lo he pasado muy bien y todo por culpa de chicos y ahora que me sueltes que te casas con uno, pues...

— Escuchame Abby, en la vida pasan cosas, cosas malas — paró de hablar un segundo — es normal que quieras encerrarte, pero si lo haces, te perderás las cosas buenas también, ¿lo entiendes?  tu vida es para vivirla, no para meterla en una caja y controlarla, eso es imposible, créeme, y lo siento si no he sido lo bastante clara en esto, cuando la vida te ofrece algo especial, lo coges, aunque luego te arrepientas, si te hace feliz en el momento, ya es más de lo que puedes pedir — sonrió.