29 | El momento de la verdad

47 8 5
                                    

Hoy por fin la profesora recogería los huevos que han estado con nosotros durante un mes, viviendo en una  custodia compartida. La última semana le tocaba a Dylan, y le prometí que si se rompía, el también se quedaría sin huevos. Se asustó mucho cuando se lo dije pero su cara fue graciosa.

Increíblemente no se nos había roto, al final no voy a ser tan desastre como pensaba.

— ¿Donde está muy huevito? — hablé como un bebé al ver llegar a Dylan laboratorio.

— Sano y salvo — ríe Dylan.

— Bien, estoy viendo que algunos habéis trabajado duro para cuidar al huevo que os di — entró la profesora — me alegra saber que sois responsables. Los que se os haya partido pasar por mi mesa — ordenó la profesora — Ah, por cierto, eran huevos normales pintados para que pareciera de otra especie — dijo con una sonrisa triunfante. 

LO SABIA LO SABIA LO SABIA, pensé.

— Esa vieja nos la ha colado — dije fulminandola con la mirada.

— Yo le he cogido cariño — me ignoro y acarició al huevo provocando una carcajada por mi parte.

(...)

Me dirigí a mi taquilla a soltar algunos libros cuando me llegó un mensaje.

Desconocido: Ubicación. Te espero a las 18:00h.

Abby: ¿Por qué iba a ir?

Desconocido: Porque tienes tantas ganas de que esto acabe como yo.

Cuando parecía que todo estaba calmado, aparece de nuevo con otra bomba. Definitivamente tenía ganas de saber quién se escondía detrás de esa pantalla y acabar con esto de una vez.

Llegué a clase, economía, significado de una hora escuchando al profesor hablar. Aproveché para contarle a Shelby lo del mensaje y lo de Helen.

— ¿Crees que es ella? — preguntó con sus cejas unidas.

— No sé, esta tarde lo sabré.

— Esto es peor que una película de terror y misterio juntos, ¿y si te matan? ¿será una trampa para hacerte desaparecer del mapa? — puso una voz bastante rara acompañada de su cara.

— Idiota — reí y volvimos a prestar atención a la clase después de varias miradas asesinas del profesor.

(...)

Durante toda la tarde estuve mirando el reloj. Sentía que las horas no pasaban. Me agobiaba pensar, pero era lo único que mi cabeza hacía. Pensaba en quién podría ser, en lo que me querría decir, en las respuestas que me daría a todas las preguntas que me han surgido en todo este tiempo.

17:08h
Me tumbé en la cama con los pies en la pared mirando al techo.

17:24
Me senté en la silla del escritorio e hice una figura de paperoflexia.

17:39
Me levanté y di vueltas por la habitación de lado a lado.

17:53
A esa hora decidí salir, puse mi gps y ande a un ritmo acelerado provocado por los nervios que retenía mi cuerpo. Giré a la derecha, camine recto durante un buen rato, me indico que siguiera por un desvío que había a escasos metros, giré a la izquierda, camine recto y, mi destino de encontraba a la izquierda. Miré hacia donde esté indicaba y no veía nada ni a nadie. Sólo un edificio. Entré y este parecía un hotel. Los nervios solo crecían.

— ¿Srta Johnson? — preguntó la recepcionista.

— S-si, soy yo — tartamudee.

— Le esperan en la azotea — me indicó.

Abby ®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora