Abby ®️

13 | Tiempo al tiempo

Un nuevo día comenzó, y me incorporé en la cama para levantarme. Toda la situación, poco a poco me estaba consumiendo, sentía que todo lo que pasaba era culpa mía, por un motivo o por otro.

Aquel dia me extrañó la ausencia de Jess en clase.

— ¿Y Jess? — le pregunto a Helen sentándome en mi asiento.

— Comió algo que le sentó mal y lleva vomitando desde ayer — me explicó Helen.

— Pues a ver si se mejora — le sonreí.

Me giré para mirar a la profesora que estaba empezando un tema nuevo, pero esa no era mi mayor preocupación de aquel día, así que desconecté y me puse a pensar en mis cosas. Shelby también había decidido desconectar, pero su objetivo era dormir ya que ayer estuvo hasta las tantas viendo una serie, esta chica no aprende, pensé.

La clase se terminó y desperté a Shelby ya que le tocaba latín.

— ¡SHELBY MIRA CORRE! — grité.

— ¿¡Que pasa, que pasa?! — respondió levantándose de la mesa sobresaltada.

— Nada que tienes latín — dije riéndome.

— Joder, me has asustado.

— Lo sé pero si no no te habrías despertado.

— Eso es verdad.

Llegué al laboratorio y espere a Dylan.

— Ey — saludó mientras llegaba.

La profesora explicó el trabajo de esta semana que sería un exposicón. Había algo que odiaba más que las matemáticas, las exposiciones.

Durante la clase estuvimos eligiendo el tema y buscando de que hablaríamos, pero tendríamos que acabarlo en alguna casa, y la suya no me traía muy buenos recuerdos así que ofrecí esta vez yo la mía.

— ¿Lo terminamos en mi casa está vez?

— Perfecto, ¿puedes hoy?

— Sí, ¿sobre las 18.00?

Asintió y nos dirigimos a la cafetería, allí vi a Shelby y me senté con ella. En otra mesa estaban Ryan y Asher con algunos del equipo pero no tenía ganas de hablar con él, y agradecí que Shelby se sentara en otro sitio.

— Como me conoces — dije sentándome.

— Llevamos juntas toda la vida, raro sería si no te conociera — dijo riéndose.

En ese momento me acordé de la carta de mi padre y se lo conté a Shelby, necesitaba consejos y otro punto de vista.

— Ayer vi una carta que me escribió mi padre..

— ¿Una carta? — preguntó extrañada.

— Sí, me pidió perdón por todo y al final me puso una dirección con su nueva casa, para que cuando quisiera lo visitara.

— ¿Vas a ir?

— No lo sé.

— Mira, sé que te ha hecho mucho daño lo que ha pasado con tu madre pero también sé lo importante que es tu padre para ti, y lo que haya pasado con tus padres no tiene que influir en vuestra relación, así que cuando estés preparada ve a verle — dijo poniendo una mano sobre mí.

— Lo haré — sonreí

(...)

El tiempo transcurrió y yo seguía sin hablar con Ryan, habían acabado las clases y tampoco había recibido un mensaje suyo. Me molestó que no lo hiciera ya que era por él que estábamos así, así que decidí escribirle, justo cuando sonó el timbre.