12 | ¿Estás celoso?

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El sábado mi madre hablo con los padres de Shelby sobre la barbacoa de la semana pasado que al final no hicimos por culpa de mi padre y decidieron hacerlo ese día, cosa que avisaron 10 minutos antes.

— ¡Abby, Noah! — nos llamó mi madre desde el salón.

Salí de mi cuarto y me encontré a mi hermano que también se dirigía a la planta de abajo para ver qué pasaba.

— Ir a vestirse que nos vamos de barbacoa a la nueva casa de Shelby.

— ¿A qué hora? — pregunté para saber cuánto tiempo tenía.

— A y media.

Miré el reloj y eran y 20, luego miré a mi madre con los ojos como platos y subí para vestirme y arreglarme un poco.

— Venga vamos — escuché gritar a mi madre a los 5 minutos.

Joder que presión, yo así no puedo maquillarme bien, pensé. Encima Noah entró en mi cuarto también para meterme prisa. Odiaba maquillarme bajo presión y a mi familia parecía que le encantaba presionarme.

— QUE YA VOY — grité para que me dejaran.

Bajé lo más rápido que pude y vi que me esperaban en el coche, me monté y cogimos rumbo a la nueva casa de Shelby. Llegamos y desde fuera se podía apreciar lo grande que era. Nos recibieron en la puerta y luego entramos y nos enseñaron la casa.

— Vaya pasada de casa — le dije a Shelby mirando a mi alrededor.

—Ya sabes cómo es mi madre.

Al acabar fuimos al patio donde ya tenían preparada la barbacoa. Los padres se fueron a una mesa y nos dejaron a nosotros otra, cosa que agradecí cuando los escuché hablar de mi padre.

Mientras Shelby y yo hablábamos sobre todos los temas, personas y cosas que se nos ocurrían me di cuenta de que mi hermano no se separaba del móvil.

— ¿Con quién hablas que no paras de sonreírle al móvil? — dije levantando ambas cejas repetidas veces.

— A ti que te importa — dijo dándole la vuelta al móvil mientras se reía nervioso.

— No me digas que tenemos una cuñada y no nos lo has contado Noah — dijo Shelby sonriendo.

— Que no es nadi— no terminó la frase por qué le quite el móvil y corrí hacia otra parte de patio para ver quién era.

— ABBY DAME EL MÓVIL AHORA MISMO— gritó Noah detrás mia hasta alcanzarme.

— SHELBY ES JESS, LA NUEVA —grité para informarla antes de que Noah me quitara el móvil.

— ¿ENSERIO? — dijo Shelby con cara de sorprendida.

— Chicos dejar de gritar y sentaros — nos riño mi madre.

Hicimos caso y nos sentamos. Miré a Shelby y las dos nos empezamos a reír escandalosamente.

— ¿Qué? — preguntó Noah encogiéndose de hombros.

— Nada, nada — dije aún riéndome.

Pasamos la tarde como en los viejos tiempos, todos juntos, recordando momentos... lo único que cambiaba era, que esta vez, faltaba uno.
Cómo era tradición, al final de la tarde acabamos contando chistes. Shelby, su padre , Noah, y mi padre siempre hacían una competición de chistes cuando quedábamos, pero esta vez era diferente, aunque todos quisieran hacer como si nada hubiese cambiado.

(...)

El día siguiente día lo aproveché para hacer todo lo que no había hecho durante el fin de semana, me puse al día con las asignaturas, hice cosas que tenía pendiente y organicé toda la semana. Me encantaba hacer planning para las semanas, aunque luego no los cumpliera.

Abby ®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora