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Diecisiete semanas de embarazo...

Hoy es el cumpleaños de Félix y estoy decidida a asistir a pesar de que todos se han mostrado en desacuerdo conmigo. El único rato en el que estaré sin reposo será en el corto camino que separa las casas y después prometo estar toda la fiesta sentada.

Pero necesito salir de estas cuatro paredes, coger aire y hablar con gente.

Freddie me trae un vestido precioso de color azul celeste y me río al ver que es holgado y muy cómodo.

—¿He acertado? —pregunta cuando salgo del baño y asiento, rozando el cinturón decorado con perlas que rodea mi cintura.

Me ayuda a ponerme las bailarinas para que no me agache y luego me acompaña a la puerta. Félix está esperando junto a mamá, Fran y Brian y me abraza con suavidad antes de salir de la vivienda.

El guardaespaldas me ayuda a subir y siento un retortijón leve, pero me callo, pues no quiero volver a la cama y sé que me obligarán a hacerlo.

Aguanta, cielo.

Claramente, he consultado con la doctora este pequeño traslado y me ha dado el visto bueno siempre y cuando no sufra ningún dolor. El desprendimiento es mínimo, aunque se puede agravar si me someto a situaciones muy angustiosas.

Tendré una silla cómoda y podré meterme en la casa siempre que lo necesite. Pero sé que todo irá bien, me he dado cuenta de que tengo contracciones cuando me estreso, me pongo nerviosa o hago mucho esfuerzo, y no pasará ninguna de esas cosas esta noche.

Estaré rodeada de mi familia y de la familia Díaz, así que la tranquilidad estará garantizada.

Sonrío escuchando a Félix y mamá hablando y Fran mantiene sus dedos alrededor de los míos con protección.

Llegamos a la casona de Gabriela y Santiago y veo que delante de nosotros está el coche de Arthur, del cual baja junto a Lupe. Sus ojos color miel se dirigen directamente a mí cuando me ve salir del coche con la ayuda de Fran y evito devolverle la mirada.

Entramos en la finca y saludo a Gabriela y Santiago, que me preguntan rápidamente cómo estoy. Hablo con ellos mientras caminamos al jardín y veo que han organizado una fiesta más tranquila que la primera a la que acudí.

Está el escenario de siempre, pero no hay tanta gente y la música proviene de un grupo que canta diferentes estilos. No es tan mexicana como las otras.

Los chicos Díaz me rodean nada más verme y Mike retiene mi mano para guiarme a mi asiento.

—El trono de la reina —indica cuando me siento y entorno los ojos.

—Cállate —protesto y todos se ríen, sentándose en la misma mesa.

Sin embargo, que me llame reina solo me hace acordarme del tiempo que llevo sin escuchar a Arthur utilizar mi apodo.

Me quito el pensamiento de la cabeza y me concentro en examinar mi entorno. Veo que todo el mundo tiene sus ojos sobre mí y no es raro, pues las noticias no han dejado de nombrarme, de contar mi gran hazaña junto a la Interpol y la complicación que ha sufrido mi sorpresivo embarazo.

Tampoco ha ayudado que Alicia Padrón haya dado una rueda de prensa para agradecer mi colaboración y ponerme por las nubes con sus cumplidos:

La colaboración de Nira Galdós, hasta ahora desconocida, ha hecho que esta operación tuviera éxito y esta organización siempre estará en deuda con ella. Nunca habríamos pensado que sufriera daño alguno, pero su estado nos era desconocido y pedimos disculpas por todo el sufrimiento por el que esté pasando tanto ella como su familia. Una vez más, nos mostramos agradecidos por su ayuda y no hay más que decir.

Enamorada de ti (NTEDM 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora