✨Ella no sabe quien es, desconoce su origen. No confía en nadie más, ni siquiera confía en ella misma. Le cuesta mucho salir de aquella zona de confort. Sus problemas la hacen sentirse mal consigo misma, desconfiando de sus capacidades. No confía...
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Tecleaba rápidamente, hace mucho no tenía estos nervios, supongo porque mi público fue muy diferente al que estoy acostumbrada. Estaba tan concentrada que no percaté que me observaban con detalle. Supongo que eso pasa cuando una persona le gusta muchísimo algo, pierde la noción del tiempo o incluso lo qué hay a su alrededor.
—¿Cómo se llama?—. Volteó rápidamente, estaba nerviosa—.¿Lo qué hacías?— . Cuestiona nervioso.
—Danza aérea.
Ambos asentimos ligeramente y volví a mirar el teléfono vi que estaba en notas escribiendo solamente letras. Supongo que es para desviar mi atención de la situación y que no me haga más preguntas al respecto.
—Fue—. Sopla con fuerza alzando los brazos—. Increíble, pensé que te caerías en ocasiones. Mis pies querían ponerse abajo, pero mis ojos querías seguir viéndote bailar. Fue genial—. Concluye. Sonrió ante aquella confesión y me muerdo mi labio.
Si me había sonrojado un poco. Yo sé que mi baile estuvo bien, pero no fue perfecto, aunque para la vista de mis espectadores lo fue, faltaba más pasión, más ensayos. Sin embargo dudo que vuelva a intentarlo o hacerlos mientras esté en este país. Las cosas con este trabajo son distintas, incluso si tuviera el tiempo, lo aprovecharía para buscar un hogar, ya que en los que tengo no soy bienvenida.
—Gracias Milo—. Él me mira con una sonrisa.
—¿No te da miedo?—. Negué con la cabeza.
—Me gusta bailar y me gusta hacer la danza aérea, es muy compleja y claro necesitas mucha fuerza, pero más que nada confianza en ti—. Asiente y sonríe ligeramente. Al parecer sigue impactado, por lo que apreciaron sus ojos.
—No creas que te espiaba, solo que pensé que estabas o habías salido por una llamada y los vestidores están por ese corredor y al ver que eras tú la que colgaba de las telas fue como de ¡Cielos!—puse mis manos en su hombro y él me mira.
—Tranquilo Milo, no estoy molesta, hace mucho no tenia un público a quien poderle bailar y mostrar aquella danza, me alegra que te gustará —. Una respuesta bastante amena de mi parte, como agradecimiento nuevamente y a sus amigos.
