¿Comprención en el arte?

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Trevor nos llevó hasta su casa, ambos bajamos y se fue a la suya

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Trevor nos llevó hasta su casa, ambos bajamos y se fue a la suya. Holy se quedará con nosotros, más bien en dónde yo me quedo ¿no sé por qué no se queda con Milo? Subí algo cansada, mientras Milo venía atrás de mi cargando a Holy,  la subía a la habitación. Entre al baño y me empecé a desmaquillar.

—¿Por qué me integraste a la platica?—. Volteo a verlo sin dejar de quitarme el maquillaje de los ojos.  Alzo los hombros, no quería decirle la razón—Vamos—. Voltea a ver a Holy—. Has de tener una razón—. Suspiré y tire aquel algodón al bote de basura para poder mirarlo con fastidio.

—Mejor contéstame tú ¿por qué te molesta que esté con Trevor? es más ¿por qué me trataste como peste hoy?—. Me crucé de brazos y lo miré con seriedad, él hace una mueca y se recarga del marco de la puerta.

—No se—. Suspiré y me volteó para tomar otro algodón—. Me enojó que Trevor lo llevaras a conocer aquel lugar primero y a mi no.

Lo mire por el espejo y puse ambas manos en el lavabo, apreté mis labios y lo miré con seriedad, sin dejar aquella postura. Realmente esa confesión a sido demasiado inmadura ¿acaso no tiene inteligencia emocional? Suspire para poder relajarme y no explotar como suelo hacerlo. Pero es que de verdad ¡me desespera!

—Realmente lo iba hacer, pero no ahora—. Empecé a desmaquillarme mi cara.

—¿Y por qué no?—. Me cuestiona entrando más al baño ¿este qué le pasa?—. Ciento que me ocultas cosas—. Me detengo al escuchar aquellas palabras—. No sé, tal vez soy yo—. Se da media vuelta y no expresé nada para seguí desmaquillándome—. Incluso siento  que tú nos has mentido a todos hoy, respecto a tu canto—. Mierda. No voltees tú sigue.

—Milo, yo no canto punto, se acabo y guarda silencio que la despertarás—. Me quito mis tacones para proseguir con el chaleco y colgarlo nuevamente en el closet.

—Algo pasó el día en que me llevaste a comer comida mexicana, algo que no logro recordar—. Aprieto mis labios y agacho la mirada. Obviamente estaba dándole la espalda sin dejar de agarrar mi blazer

—Solo pasó eso Milo—. Volteo para verlo con seriedad—, te quedaste dormido en el carro y tú padre te llevo hasta la habitación, subí para ayudarlo y me invitó a quedarme por la hora que era, me negué y ya fin de la discusión—. Él me mira con mucha seriedad—. No sé qué quieres meter o averiguar en un lugar que claramente no hay nada—. Cerré la puerta.

Me recargue de ella y bajé poco a poco hasta tocar el piso. Una lágrima salió de mi. ¿Por qué lloraba? No entendía, ¿acaso aquel beso fue relevante para mi? No, solo fue un desastre qué nadie tiene que saber.

Soy humana comento errores para aprender de ellos, si todos fuéramos perfectos ¿la diversión dónde estaría? ¿Donde queda el aprendizaje? Me tallé la cara con fuerza y con mis puños cerrados cerré aquella puerta.

(•••)

¿Por qué no lo detuve? ¿Por qué deje que me besara? ¿Por qué aún me esta besando? Sus labios sabían mucho a Vodka combinado a cerveza, estaban inflamados por el picante pero era suaves. Con una mano solamente podía rodear mi cintura, su cabello era tan suave, podía deslizar mis dedos con facilidad, al hacerlo, desprendía un aroma a menta tan delicioso, que hacía que siguiera aún más. Su respiración me enloqueció.

Me separo de él para ver sus ojos unos momentos ¿qué estábamos haciendo? ¿Por qué le correspondí?

—Después de todo no eres tan ruda—. Me vuelve a besar y me carga para no seguir encorvado, yo rodeó su cuello con mis brazos. Bajo una de mis manos y sus brazos eran más grandes de lo que imagine.

La noche era mágica por algún motivo que aún no puedo descifrar. Sus labios eran tan adictivos, tan suaves. Sus brazos rodeando mi cintura con fuerza y delicadeza al mismo, que podía incluso llegar a pensar que estaba volando.
Al volvernos a separar nos vimos a los ojos, examinando cada parte de nuestro rostro como si de una obra de arte se tratara. Quería comprender aquella sonrisa y aquella mirada tan penetrante que poseía en ese instante.

—No dejes que el tacto de tus labios desaparezca, Venus—. Pronuncia com una sonrisa. Su rostro reflejaba alivio y calma, como si por fin la hubiera encontrado después de tanto buscar.

(•••)

Los pensamientos de Venus, son como el pincel de un gran artista...

Cuando la tierra conoce a Venus y Colapso (Milo Manheim) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora