"No sé porque estoy aquí para empezar". Me dije a mí misma mientras me rascaba la cabeza. Tenía un conflicto enorme acerca de esto. Para que entren en contexto, no fue Milo quien insistió en que viniera, sino su novia porque quería dejar las cosas más claras que el agua.
Solo miraba la puerta gigante de madera. La música se escuchaba desde muy lejos. Mi tía pasaría por mi porque me dijo que Amelia tampoco estaba lejos de este lugar, así que supongo que no me quedo de otra qué aceptar, además de que mi tía al escuchar aquel audio que me había enviado Holy no dudo dos veces en traerme. Mordí mi labio inferior con un poco de fuerza, suspiré y mi mano se fue a la perilla, pero se detuvo ahí ¿realmente era lo correcto? ¿pasar y sentirme rechazada por todos? ¿Realmente valdría la pena?. Mmm no, además no estoy segura de verme bien. Llevaba puesto una blusa verde militar un poco suelta, pero descubierta de la espalda, pantalón negro, mis tenis blancos, una bolsa que me prestó mi tía para la "ocasión" y además hacía juego, la pulsera que me dio mi padre por mi cumpleaños y acerca de mi peinado, me había hecho media coleta. Supongo que estaba bien, para ser algo casual.
Di un suspiro y negué con la cabeza para después dar media vuelta, decidida a no entrar, pero creo que el destino realmente quería que estuviera porque en ese momento salen unos chicos bastante ebrios de la casa, los veos con asco y solamente me muevo un poco para que puedan pasar. Esto hace que este más decidida a irme, así que empiezo a bajar las escaleras.
—¡Venus!—. Abro un poco mis ojos alzando un poco el rostro. Mierda, mi vida se ha arruinado.
—¡Holy!—. Volteó con una sonrisa.
—No me digas que ya te ibas—. Esta bien, no lo haré créeme—. Pasa, no seas penosa—. No es eso por lo que dude en entrar, no quiero ser "humillada" o que hagan "conclusiones" que no.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por aquella obra de arte de infraestructura en la cual había entrado. La casa era grande, tenía alberca, una sala preciosa, todo era sumamente hermoso, pero había un pequeño detalle, todos me miraban de una rara manera, como cuando ves a alguien que no conoces y le preguntas al que tienes a lado "por discreción". Al parecer era la única extraña del lugar. Era lógico, los artistas se conocen entre todos y cuando ven a alguien que nunca habían visto empiezan a decir que de seguramente es un nuevo artista o el hijo de alguien...creo. Puede ser que sea tipo ¿adivina quién?
—¡Ey! ¿Qué pasa Venus?, viniste—. Era Milo, amplia un poco sus brazos al decir esa pregunta. Pongo una sonrisa poco amigable y sigo observando a mi alrededor.
Al parecer el hombre ya está ebrio y no quiero imaginarme cuánto tiempo ha estado aquí, la fiesta sigue su curso haciendo que pueda seguir con mi pequeña inspección. La luz que evadía la sala era de un tono morado y las luces de las escaleras y de la piscina azules. De verdad el estilo era moderno parecía que estaba en un estudio de Tik Tok por los tonos.
—Oye viejo ¿Qué no es tu amiga la que baila en telas?—. Fruncí el ceño. Milo ríe y asiente.
—Venus él es Pearce Joza, un amigo—lo abraza del cuello— un gran amigo. Pearce ella es Venus Catalán mi amiga—. Sonreí ligeras. No soy tu amiga, trabajo para ti, cosa distinta. Pearce chasquea los dedos y voltea a verlo.
ESTÁS LEYENDO
Cuando la tierra conoce a Venus y Colapso (Milo Manheim)
Spiritual✨Ella no sabe quien es, desconoce su origen. No confía en nadie más, ni siquiera confía en ella misma. Le cuesta mucho salir de aquella zona de confort. Sus problemas la hacen sentirse mal consigo misma, desconfiando de sus capacidades. No confía...