Fuera de orbita

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—Siento que me cuesta por los nervios hacer los pasos—

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—Siento que me cuesta por los nervios hacer los pasos—. Me expresó, ya habíamos terminado y entrenando un poco más antes de irnos.

—Enfócate en tu fuerte—. Le expresé con rapidez—. Si lo haces los errores serán fantasmas y trata de ser carismático, pero al mismo tiempo tus gestos que transmitan aquella emoción, aquella ¡pasión! que hace referencia a la música—. Determine ligeramente y el asiente al escuchar aquellas palabras.

Me acomodo mejor en el asiento, mientras el checaba su teléfono. Aprieto mis labios para dejar salir un sonido desgastante. Estaba cansada y mi sudadera se había ensuciado por la actividad de hoy, genial tendré que mandarla a lavar. Me lleva el carajo.

Sentí como el teléfono del trabajo empezó a sonar, alce la bolsa ya que se encontraba a un costado de mis pies y empecé a buscarlo en su interior hasta encontrarlo. Odio que se vaya hasta abajo de la bolsa.

Venus: bueno?

X: Hola Venus, habla el señor Jeffry Brezovar, el padre de Milo.

Fruncí el ceño y miré a Milo sorprendida.

Venus: si claro, am ¿en qué le puedo ayudar? ¿Necesita hablar con él?

Jeffry: No, solamente te llamo porque me salió una urgencia en Miami y viajaré por unos días, así que necesito que te encargues 24/7 de él y que le avises por favor. Los deberes te los mando por mensaje.

Fruncí el ceño al escuchar aquellas palabras ¿de verdad no pudo decírselo a él?

Cuelga y volteo a ver a Milo. Realmente era tan necesario esta llamada ¿o es que oculta algo? Claramente no es algo que me importe o qué me tenga que meter, ya qué problemas familiares externos no me compete opinar y menos cuando mi situación está peor o "un poco mejor" que la de él.

—Milo...

—No te preocupes, si escuché—.

Vaya, fue fácil, pero duro ¿captan el sentimiento incómodo que se generó? Fue algo complicado para resumir, no sé cómo actuar y tampoco sabría si me hubiera pasado algo similar, sé que me pondría mal, triste, pero no sabría qué quisiera que me dijeran en ese momento, tal vez solamente me probaría a divagar acerca de aquellas palabras que dolieron ponerme en ese estado, como comúnmente lo he hecho.

Ojalá y se tomaran la responsabilidad realmente de su hijo, sobre qué también tiene problemas que también le afectan sus acciones. Tal vez no hubiera hecho alguna diferencia o posiblemente si, supongo que solamente lo sabrá él.

No quiero que mis acciones representen lástima, algo que no me gusta que se de a entender, pero también quiero ser empatica con la situación

—Pearce, hermano ¿Que haces aquí?—. Lo mire de arriba a bajo con una cara poco agradable. Sentí como me miraba con seriedad. Realmente los hombres son un caso perdido y más cuando tienen la hormona a tope.

—. Te traje un obsequio—. Miraba de reojo mientras guardaba unas cosas en mi bolsa.

—¡De verdad!—. La saca y de un movimiento se la quita, dejando al descubierto su espalda. Agacho la cabeza rápidamente y me rasco un poco la nuca, estaba avergonzada. Mire nuevamente y su piel pálida con algunos lunares. Sus músculos eran enormes, su escalada era demasiado ancha y fornida, hacía que tuviera una pequeña cintura. Cuando se voltea pude ver un poco de su pecho y sus cuadros formando una V hacia...

—¿Venus?—. Parpadeo varias veces para poder olvidarme de aquellas imágenes—¿cómo me veo?—. Mierda, <<Venus, di algo rápido>>

—Ah, am... te ves...menos sudado—.fruncen el ceño y se voltean a ver, bajo la mirada girando un poco la cabeza para apretar mis ojos y mi boca... o sea no estuvo taaan mal. Suspire y seguí buscando unas cosas en mi bolsa, aunque ya no recuerdo que buscaba.

Cuando la tierra conoce a Venus y Colapso (Milo Manheim) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora