SHE (saida)

32.

Dahyun POV

Fuimos a cenar unas hamburguesas con malteadas antes de llegar a la fiesta. Estacioné mi auto a unas cuantas cuadras, ya que había tantos adolescentes que creía que todos los personajes de películas habían salido de la pantalla para venir a esta fiesta. Por todas partes había disfraces geniales, ni uno en ropa casual. ¡Mi sueño!

Sana y yo decidimos vestir una de negro y la otra de blanco, usando unos antifaces de la época de nuestros colores. Nos veíamos como pareja un poco, pero también nos daba la libertad de no parecerlo. Caminábamos por el jardín frontal de la casa y ya había personas vomitando o peleando. La casa ya tenía ese típico olor de fiestas escolares y no sabía si vomitar o acostumbrarme a esto.
Sana intentaba tomarme de la mano, hacía movimientos sutiles que hacían que nuestras manos chocaran pero no pude hacerlo, no tomé su mano.
-Hey, ¿No me dejes sola de nuevo, okay?
Sana me preguntó mientras caminábamos por la entrada principal de la inmensa casa anfitriona.
-No, estoy aquí por qué quiero estar contigo tonta.
Le aseguré y así será. Mi razón era ella, ¿para qué buscar a alguien más?
Seguimos caminando y me saludaban demasiadas personas incluyendo las que no conocía pero ellos a mí sí. Era impresionante que me reconocieran aún con el antifaz cubriéndome medio rostro.
-No puedo creer que la señorita popular es mi novia.
Sana decía sorprendida, después de verme saludar a toda la fiesta.
-Y yo que la mujer más hermosa sea la mía.
Contesté cuidando que nadie me escuchara.

Comenzamos a beber, nos divertíamos. Cruzábamos vasos, yo me daba de beber a Sana y ella a mí. Entramos a algunos juegos como el de los pockys, morderlos sin tocar la boca del otro jugador. Sana me hacía la vida muy fácil, quería comerme otra cosa que no fuera un palo de pan con chocolate.
El alcohol se apoderó de nuestro sistema nervioso y de nuestra mente, ya no pensábamos de forma correcta y no teníamos filtro para decir las cosas.
Me encontraba con mis amigas del equipo de fútbol y mi novia, bailando.
-¡Adoro esta canción!
Grité mientras movía mis caderas y mi cabello.
-Yo te adoro a ti.
Sana quiso acercarse a mí para besarme pero me volteé... no quería ser el chisme del año.
Saqué a bailar a mis amigas para que no sospecharan nada.
-¿Vienen disfrazadas en pareja?
Preguntó Jeong al analizar nuestros disfraces.
-¡No!
-¡Sí!
Ambas contestamos al mismo tiempo, haciendo que Jeong se confundiera.
-O sea, sí.... pero ¡No somos pareja!
Grité y de inmediato le di un trago profundo a mi vaso.
-Yo no dije que ustedes-
Jeong quiso aclarar pero Sana la interrumpió.
-Déjalo así. Iré por algo de beber.
Vi que mi chica se desmotivó, su energía bajó. La había negado enfrente de mi mejor amiga... ¿Qué tipo de novia soy? Sana caminó fuera del círculo y la detuve en medio de la pista de baile, haciendo que todos nos miraran.
-¡Sana, detente!
Grité con todas mis fuerzas. Comencé a sentir miradas fijas.
Sana se detuvo y me miró.
-¿Sí?
Preguntó.
En ese momento, no supe qué hacer más que una sola cosa para probarle a mi novia que estoy orgullosa de serlo.
Me acerqué a ella, le quité el antifaz y miré sus ojos bajo el reflejo de cientos de miradas.
Me perdí en su mirada, sentí que mi enfoque se volvía ella y no los demás.
La música se apagó en mi mente, solo estábamos ella y yo, viéndonos fijamente sin miedo a revelar quiénes somos en verdad.
No estamos trabajando en equipo para un proyecto.
No me está tomando fotos para el anuario.
No estamos solamente haciendo entrevistas.
Es mi pareja, es mi novia.
Es la persona que amo.
Me acerqué aún más a ella y le susurré.
-Olvida al mundo.
-Más bien, tú olvídalo.
Me dio una media sonrisa.
Con el poco valor que tengo, la besé. La besé en frente de toda la escuela, de mis amigas, de mis amigos.
Comenzamos a besarnos y de verdad, solo existíamos nosotras. Nadie nos juzgaba, nadie se sorprendía.
Éramos y estábamos bien así.
Disfrute del beso profundo que estábamos compartiendo y de este momento tan significativo para nuestra relación.
-Te amo.
Dije mientras acariciaba su rostro.
Sana solamente sonrió.