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Dahyun POV

El coach me llamó mientras jugábamos nuestro partido de entrenamiento. Tuve que mandar el balón a Chaeyoung para que siguiera con la jugada, así yo podía irme sin interrumpir el partido.
Caminé hacia él, mientras tanto aproveché para tomar mi toalla de ejercicio de la banca y secarme el sudor de la frente y del cuello.
-Dahyun, ya sabes. Por favor observa a tus compañeras jugar. Tú tienes un ojo especial para esto.
Me decía mientras yo analizaba el juego del equipo.
-Un ojo especial... ¿pero para qué?
Dije confundida.
El coach me miró comenzó a reír.
-Quiero que hagas una jugada. Crearla desde cero, armarla y la practicaremos antes del gran partido. Nadie más que tú y yo conocemos a la perfección a este equipo.
En ese momento, sentí como un nudo de emociones combinadas se construía en mi garganta. ¡Es demasiada responsabilidad!
Tomé un balón de repuesto que estaba en el suelo y lo llevé entre mis manos para desahogar mi ansiedad.
-Em, pero coach... eso es demasiado para mí. Yo no creo-
Él me detuvo antes de que pudiera teminar la frase.
-Eres la capitana. Confío en ti. Además, piensa en un nombre genial para la jugada. Así será más fácil identificarla.
El entrenador colocó su silbato plateado para dar el final del partido y del entrenamiento. Yo mientras pensaba en cómo cumpliré semejante reto.

Después de nuestra rutina cotidiana al final del entrenamiento, me despedí de algunas jugadoras que ya se iban también. Caminé hacia las gradas y busqué mis mochilas, mis cosas y una sudadera deportiva y ajustada que tanto amo usar.
Me puse la sudadera para no enfermar con el viento de la tarde y mi playera se levantó un poco, dejando ver mi abdomen marcado.
Cuando iba a irme, noté que había una chica sentada en las gradas con una cámara en el cuello. Es raro por que nadie viene a vernos entrenar nunca.
La miré fijamente y de inmediato reconocí su rostro pero me avergoncé por que se dio cuenta que la estaba mirando. Miré hacia otra parte para disimular.
-¡Hey, tú! ¡La de la mochila atascada!
Gritó desde las gradas.
La miré y no pude evitar sonreír.
-¡Esa soy yo!
Respondí entre risas.
La chica se levantó y bajó los escalones con velocidad para alcanzarme.
-¿Hoy no te dio problemas esa mochila tuya?
Preguntó mientras veía que sus ojos miel brillaban más de lo común por la caída del sol.
Sonreí.
-Pf, no. Hoy fue una gran mochila.
Le di unas palmadas a mi accesorio.
-Claro, es que se enteró que estuve aquí sentada durante el entrenamiento. Ella sabía que no debía causar problemas.
Sana respondió y ambas reímos con timidez.
-Espera, ¿Qué? ¿Estuviste aquí todo el entrenamiento?
Pregunté con confusión. ¿Por qué lo haría? Qué extraña es.
-Algo así. Soy del comité de anuario y es el único lugar en donde sé que puedo encontrarte.
Sana miró al piso, como si estuviera algo avergonzada.
-¡Ah, claro! ¿Es por la entrevista, cierto?
Dije con nerviosismo. En realidad no quería ser su elección.
-¡Lotería! Ganaste un millón de dólares por la respuesta correcta.
Hizo un movimiento de manos de "jazz" para expresar su emoción. Me hizo sonreír... de nuevo.
-Bien, Jeongyeon se acaba de ir. Pero puedo decirle que veniste a buscarla para la entrevista.
Yo en verdad no quería ser escogida, sería terrible. ¡Soy un desastre! Al menos, Jeong puede manejar esto.
-Mmm, es que no vine a buscar a Jeongyeon. Te vine a buscar a ti.
Vociferó con un tono de voz más serio.
-Oh, ¿a-a mí? No, no. Bromeas.
Sentí que mi color de piel estaba cambiando, me volvía un tomate.
-¡Sí! Digo, tú eres la capitana del equipo, eres la candidata perfecta.
Mencionó y recordé las tontas palabras de Jeong... ¡Ella lo predijo!
Traté de buscar la mejor manera para negar esa entrevista de inmediato pero sin dañar su corazón. Se ve como una mujer muy linda, no podía decirle que no. Aunque ella me ayudó a abrir mi mochila aquel día.
-Bueno, si no quieres hacerlo, no hay problema. Puedo buscar a otra jugadora.
-¡No! Quiero que me entrevistes. ¿Cuándo será nuestra cita?
No, ¡Me odio! Quise decirle que no en una manera amable y terminé aceptando la maldita entrevista. ¿Por qué soy así?
-Cuando tú me digas. Ten, anoté mi teléfono en este papel. Sólo envía un mensaje o algo así. Yo tengo todo listo.
La chica me entregó un pequeño papel con su número y su nombre.
Lo tomé.
-Yo te marcaré. Al fin y al cabo, te debo un favor.
Tomé un poco de mi termo lleno de agua, mi destino era hacerlo.
-Aceptaré tu favor y también tu llamada. Ten una linda tarde, Dahyun.
Sana fingió una voz formal y sonrió para después seguir su camino.
-¡Tú igual!
Grité un poco, ya que se encontraba lejos. Wow, camina rápido.
Alto.
¿En qué me metí?

SHE (saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora