29.

605 69 3
                                    

Dahyun POV

Medio tiempo, vamos perdiendo. El marcador muestra 1-0, favor el equipo contrario. Mi nivel de frustración ahora es gigante, no podía pensar correctamente, me tropezaba cuando el balón estaba entre mis pies y no lograba completar las jugadas que el coach nos había pedido que hiciéramos. Incluso me duele muchísimo el hombro, una chica robusta chocó contra mí haciendo que cayera con fuerza al césped.
El coach daba indicaciones mientras estábamos en el medio tiempo.
-¿Dahyun, puedes seguir jugando?
Preguntó con preocupación, yo era parte clave del equipo y sin mí, sabríamos que las posibilidades de perder serían aún más.
Intenté mover mi hombro y el brazo izquierdo pero sentía un ardor que me quemaba hasta los huesos.
-¡Ah!
Gemí por el dolor que sentía, mi piel estaba hirviendo y no sabía si podría completar el tiempo de partido.
-Bien, tú, 35 levántate. Vas a entrar.
El coach indicó y yo tenía unas lágrimas recorriendo mis mejillas tanto del dolor como de la impotencia de no poder seguir jugando.
-¡¿Qué carajos está pasando?! ¡Teníamos el partido en la bolsa, después todas se desconcentraron y miren el marcador!
El entrenador comenzó a gritar tanto que hasta lanzó su gorra al suelo... pero tenía razón. Jugábamos bien pero tuvimos un error y de ahí, todo se fue a la mierda. Mis compañeras se veían ahogadas en estrés y frustración, cómo yo. El ambiente era tenso, la situación pintaba en que perderíamos el partido.
Me levanté de la banca y me reintegre al círculo.
-Coach, voy a entrar.
Vociferé mientras sostenía mi hombro.
El equipo se sorprendió.
-¿Puedes? Una lesión mayor y terminaría tu carrera de futbolista por un buen rato.
Tenía razón, era una decisión estúpida pero tampoco entrené así de duro para que terminara saliendo de la cancha por una lesión que hasta ahora, es leve.
-Me dolería más perder el partido y salir sin un brazo.
Dije con seguridad y el equipo reaccionó con una sonrisa.
Nos acercamos, gritamos nuestra porra y decidimos darle una última oportunidad a esto.
-¡POR EL CAMPEONATO!
Gritamos y regresamos al pitido del árbitro.

Quedaban dos minutos del tiempo extra y no lográbamos pasar la barrera defensiva de las contrincantes. ¡Era imposible! Mi hombro ya no reaccionaba por tanto dolor, mis gotas de sudor bañaban mi piel y mis piernas no daban para correr más.
Intentamos.
De nuevo, intentamos.
-¡Dahyun, la jugada S! ¡AHORA!
Gritó el coach a un minuto de que finalizara el partido y yo tenía el balón en mi poder. Miré a mis compañeras pidiendo el pase y preparándose para mi señal pero de nuevo, tropecé ante un golpe de robo al balón.
Sonó el pitido del árbitro por última vez, se acabó el partido.
Me quedé tirada en el césped, sintiendo mi respiración agitada, mi sudor y claro, mis lágrimas. Me dolía todo el cuerpo, tenía la piel raspada y con trocitos de tierra, mi uniforme estaba tan sucio que no reconocía su color original.
Escuché al otro equipo festejar.
Perdimos y todo fue por mi culpa, si yo hubiera hecho la jugada sin pensarlo, ahora estaríamos en penales... qué he hecho.  Comencé a sollozar.
-Ey, arriba campeona. Levántate.
Jeongyeon apareció en mi campo visual y me tendió la mano para ayudarme. Sus ojos estaban rojos y su voz estaba tan frágil que en cualquier momento se soltaría a llorar.
Tomé su mano y me levanté para recibir un largo abrazo de su parte.
-Perdimos.
Dije.
-No me digas.
Contestó.
-Fue mi culpa.
-Dahyun, no seas tonta. Es todo el equipo o nadie. Entiende.
Trató de animarme pero yo me sentía terrible.
-Eres la mejor capitana del mundo. Mírate, hasta jugaste con el hombro lesionado y aquí estás, no perdiste un brazo... aún.
Jeong limpió algunas lágrimas que caían y me sonrió con tristeza.
-Vamos.
La chica expresó para después ayudarme a caminar a los vestidores.

SHE (saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora