SHE (saida)

37.

Dahyun POV

Por primera vez se había sentido un ambiente pesado en el coche. Mis padres siempre iban bromeando y cantando, pero ahora parece que todos olvidamos cómo hablar. Era silencio total, pero aquel tipo de silencio que duele e intimida. Yo veía a la ventana, esperando que jamás llegáramos a la escuela. No estoy lista para ver a Sana, estoy tan enojada que podría gritarle enfrente de todos y no quiero hacerlo.
Llegamos y mis padres se estacionaron cerca de la entrada principal.
-Vamos a arreglar esto de una vez por todas.
Mi padre indicó antes de que nos bajáramos del auto.
Al bajar, sentí las miradas de los chicos de la escuela. Este era el gran tema de conversación de la semana, el chisme que todos estaban esperando. Ellos se sentían con la libertad de juzgarme, soltar miradas que me hacían sentir menos. Me sentí pequeña y vulnerable.
Llegamos a la oficina del director.
-Adelante.
Nos indicó la secretaria mientras nos abría la puerta. Su oficina es grande, así que nos pasó a una mesa redonda y para mi sorpresa, había dos sillas más de las esperadas. ¿Será que alguien más vendrá?
-Bien, antes de que lleguen las demás familias... quiero saber lo sucedido desde su propia boca.
El director puso el anuario en el centro de la mesa y yo no me atreví a hablar, solamente mi padre.
-Mire, lo qué pasó es que mi hija sufrió de bullying. Esto que escribió una tal "Sana", es una completa mentira. Mi hija no es lesbiana, en la foto ni si quiera es ella. Nos parece una falta de respeto que esto sucedió en una escuela en la cual nosotros pusimos nuestra confianza, ¿A usted le parecería agradable que algo así le sucediera a sus hijos?
Mi padre se volvía a poner rojo del enojo, comenzaba a asustarme más de lo que ya estaba. El director y mis padres intercambiaron algunas palabras hasta que tocaron la puerta de la oficina.
-Adelante.
Dijo la secretaria nuevamente pero no era Sana, era... ¿Jimin? Acompañado de su madre.
El chico tenía una cara larga, parecía que le habían tomado de esas fotos de cárcel y su madre asustada.
-Buenos días.
La madre mencionó con seriedad.
Yo no entendía nada.
Unos minutos después la puerta se abrió y ahora sí, me quería ahogar. Sana y su madre entraron, se sentaron junto al director.
Llevé mi mirada al piso y mis manos comenzaron a sudar.
Sana se veía pálida, estaba asustada, tenía una tristeza en el rostro que me dolía verla así.
-Enhorabuena, estamos todos presentes.
La autoridad vociferó.
-Ya sabemos, la razón por la cuál estamos aquí es por este pequeño amigo, llamado anuario.
Volvió a tomar la palabra.
-¿Qué hace Jimin aquí?
Pregunté desconcertada.
En ese momento la madre de Jimin y la de Sana quisieron hablar para defender a sus hijos, elevaron su tono de voz hasta que el director les pidió silencio.
-Dahyun, tú sabes que yo no hice eso. Jimin lo hizo, yo le pedí que guardara mi trabajo en una USB aquel día y sabes por qué me tuve que ir del salón del comité.
Todo tiene sentido pero aún así no le creía ni una sola palabra, este par de amigos son ambos unos mentirosos.
-¿Qué?
Mi madre expresó con confusión.
-¡Mi hijo no tiene nada que ver en esto, acepta lo que hiciste Sana!
La madre de Jimin gritó para proteger a su hijo, haciendo que la mamá de Sana reaccionara.
-¡¿Usted quién se cree para gritarle a mi hija?! ¡Todo esto es culpa de Jimin!
Jamás había visto a su mamá así de enojada. Sana soltó unas lágrimas.
El director volvió a pedir silencio pero con una voz gruesa y pesada.
-¡Señores, si no van a hablar de la manera adecuada, no pienso arreglar nada sobre el anuario!
En ese momento todos nos silenciamos.
-Sana, ¿Tú redactaste la entrevista de Dahyun?
Preguntó el director.
-Sí... pero no la foto y esas bander-
-¡Sólo respondan sí o no!
El director volvió a imponer su autoridad antes de que Sana comenzara a gritar.
-Jimin, ¿Tú saboteaste el trabajo de Sana?
El director lo miró fijamente.
Jimin miraba hacia el piso enojado.
-Diles la verdad hijo, diles que no lo hiciste.
Su madre ingenua, tratando de defenderlo pero él...
-Yo lo hice. Yo puse esa imagen. Yo saboteé el trabajo de Sana.
El chico miraba hacia abajo, no quería mirarnos por qué se le caía el rostro de vergüenza.
Mi familia y yo nos congelamos ante su declaración, yo comencé a sentirme mal físicamente, estaba mareada. Tanta presión, tantas estupideces que le dije a Sana y resultó que siempre me dijo la verdad. Incluso la dejé plantada en el puente cuando necesitaba contármelo todo.
-Ahora, Dahyun. ¿Eres o no la de la foto? ¿Tienes una relación con Sana?
El director me preguntó.
Observé la mirada de Sana, de Jimin, y de mis padres.
Los ojos de mi ex novia me transmitían un mensaje de piedad, ella no lo hizo, ella quería estar conmigo pero alguien más ocasionó este tornado.
Los observé y se llenaban de lágrimas mientras esperaba mi respuesta, podía ver su alma desnuda a través de sus ojos, se estaba rompiendo en pedazos y yo era la única que podía recogerlos.
Sentí el peso del mundo en mis hombros, era mi familia o ella.
Era mi dignidad o ella.
Un juego que sabía que jamás iba a ganar, diga lo que diga.
-¿Señorita Kim Dahyun?
El director me apuró.

-No. No soy yo la de la fotografía y no, nunca tuve una relación amorosa con Sana.
Lo negué todo.
De pronto, Sana se levantó de la mesa con cascadas en los ojos.
-Váyanse todos al carajo.
Expresó con dolor y abandonó la oficina, su madre me miró con tristeza por que ella creía que éramos buenas amigas... pero se fue detrás de ella.
-Bien. Familia, sacaremos una nueva versión del anuario. Nadie tendrá que volver a pagar por ella, recogeremos todos los anuarios posibles esta semana. No quedará evidencia de nada. Jimin, mañana tendremos otra reunión, tu madre y yo. Le indicaré la sanción que se te otorgará y no tengo más que decir. Por favor, retírense.
El director se levantó, abrió la puerta y nos indicó la salida.
Caminé con mi familia al exterior de la escuela, no quise quedarme a las clases.
-Qué bueno que todo fue un malentendido, ya se arreglará hija y todo va a regresar a la normalidad.
Mi madre mencionó al subir al auto, yo estaba sin palabras.
¿Había hecho mal o bien?
Jamás lo sabré pero Sana y yo, acabó definitivamente. Me alegra que al menos, ella no fue la causante de todo esto.