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Sana POV

Abro mi casillero y siempre encuentro papeles con mensajes ofensivos o sarcásticos. Mis compañeros fijan su mirada en mi todo el tiempo, pareciera que soy la única "rara" en esta escuela cuando todos tenemos lo nuestro. Incluso Momo dejó de hablarme. No pude regresar al comité de anuario, alguien más corrigió mi trabajo para la reimpresión e incluso quitaron mi nombre de la entrevista.
Recibí una suspensión de cuatro días por haber mandado todos al carajo, cosa que no me molestó, Jimin expulsado, en realidad no me fue tan mal. ¿Mi madre? Ella no se enojó conmigo y yo tuve que contarle toda la verdad. Se sorprendió por que ella creía que Dahyun y yo solo éramos buenas amigas. Me aceptó y me abrazó.

Quedaba poco tiempo para nuestra graduación, por fin era momento de dejar esta escuela llena de toxicidad e hipocresía. Apuesto que al final, todos llorarán como si hubieran sido tan amigos. Sólo me motiva recibir mi diploma y salir de la ciudad para siempre. Borrar este pedazo de mi historia y borrarla a ella, quiero sanar.
La pareja del momento, Dahyun y Jackson. Todos hablan de lo perfectos que son, de sus fotos, de la combinación atlética que hacen. ¿Tan rápido me olvidó? Wow, al menos que me enseñe cómo hacerlo.
He tratado de evitarla a toda costa, cambié mis rutas, mis horarios. No la he visto directamente a los ojos, yo sé que sería débil ante su mirada. No más. Se acabó.
Me rompió el corazón en mil pedazos.
La bloquée de todos los aspectos en mi vida, no quiero saber nada de ella. No me interesa, simple.
La clase de filosofía eternamente aburrida me tenía haciendo dibujos sin sentido en mi libreta. Me aburrí tanto que levanté la mano para ir al baño así que salí del salón.
-¡No tardes más de cinco minutos!
Gritó mi profesor mientras yo cerraba la puerta del salón. Últimamente mis emociones eran secas, difícilmente sonreía o hacía bromas. Perdí esa chispa.
Entré a aquel baño, me daba escalofríos recordar que aquí conocí a Dahyun.
-Vamos Sana, ya olvídalo.
Me susurré a mí misma mientras empujaba mis ganas de llorar a un eterno vacío de sentimientos acumulados.
Intenté apurarme para salir lo más pronto de ahí. Los recuerdos venían como flashazos, mi mente se sentía perturbada.
Respiré y me encerré en uno de los baños.
De pronto escuché que abrieron la puerta con fuerza, reconocí las dos voces que resonaron por las paredes.
-Aquí la conocí. Jeong, ya no sé si pueda soportarlo más.
Dahyun vociferó y parecía estar alterada o en lágrimas. Mi corazón se detuvo, mis nervios se pusieron de punta. Me asusté tanto que subí los pies al escusado y de alguna manera logré balancearme para no caer en el agua del retrete.
-Escúchame bien Dahyun, ya pasó. Todo se arregló, tienes un novio que te ama y que está ayudando a callar esos rumores. ¿Quieres arruinar la limpieza de tu reputación?
Jeong intentaba convencerla, en estos momentos quería explorar de enojo. Quería salir y decirle a Dahyun que aquí estaba, lista para hablar.
Pero no.
-Tienes razón.
¿Qué? ¿Dahyun dándole la razón? Esta chica no puede lastimarme más, estoy segura de que jamás me quiso. Nunca sintió el mismo amor que yo sentí por ella. Quería comenzar a llorar pero eso implicaría pender mi balance y caer en el agua. Traté de cerrar mis ojos con fuerza, no pensar en nuestra relación y los daños que me hizo.
No lo logré.
Mi equilibrio desapareció más rápido que el anuario y me hizo meter un pie al retrete. ¡Quería vomitar! No te muevas, no te muevas.
-Vámonos de aquí, al parecer no estamos solas.
Jeong y Dahyun escucharon la caída al agua. Rápidamente salieron del baño, dejándome sola con un pie y una parte del pantalón completamente empapados.

Tenía la mínima esperanza en Dahyun, tal vez sigue escondiendo sus sentimientos.

SHE (saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora