SHE (saida)

35.

Sana POV

Abrí el anuario en cuanto Dahyun me colgó y salté a la sección de entrevistas.
Me congelé.
-No puede ser.
Miré mi trabajo hecho pedazos por una foto nuestra besándonos en la fiesta de Halloween.
Mi respiración se agitó, mi cabeza comenzó a punzar, el corazón no latía con normalidad. No sabía si sentía enojo, tristeza, desesperación o no sé... esto no es lo que yo trabajé, esta foto no sé quién la tomó, ¡NO ES MI MALDITO TRABAJO!
Lancé el anuario y salí corriendo del gimnasio. Ya no quedaba nadie más que algunos chicos del comité que leían el anuario.
-¡Con la capitana Sana, vaya qué suerte tienen las lesbianas!
Los hombres me incomodaban con sus comentarios, se reían de mí y me veían con disgusto. Las mujeres del comité se burlaban de mí también y me gritaban.
-¡Dan asco!
Yo traté de ignorar lo que decían, no podía ver el camino con claridad por qué mis lágrimas me nublaban la vista.
-¡¿DÓNDE ESTÁ JIMIN?!
Les grité a los chicos.
-Se fue hace un rato, ahora vete a besar con tu novia.
Siguieron con sus comentarios.
Salí rápidamente del infierno llamado escuela y tomé mi bici. Comencé a pedalear lo más rápido posible, sabía donde encontrar a Jimin. Mis lágrimas se secaban con el viento y mi enojo servía de combustible para llegar al puente abandonado.

Casi diez minutos pedaleando y ahí estaba Jimin sentado en la madera húmeda del puente. Lancé mi bicicleta al piso.
-¡¿QUÉ TE PASA?! ¡ERA MI TRABAJO!
Le grité enseguida y el chico se levantó para verme frente a frente desde su distancia.
-¿Es una foto muy bonita cierto? Deberías agradecerme.
Jimin comentó con la tranquilidad del mundo, quería golpearlo.
-¿Por qué? ¿Por qué me odias tanto? Arruinaste mi maldita vida, la de Dahyun, ¿No lo ves?
Decía entre sollozos, no podía contenerme más. No sabía qué hacer, qué iba a pasar, Dahyun me había terminado y jamás volverá conmigo.
-No te odio, les hice un favor. Su amor ya es libre, todos sabrán que se aman y final feliz... ¿Ya eran pareja oficialmente no?
-¡ERES UN MALDITO IDIOTA!
Le di una patada a mi bicicleta y caí en mis rodillas al piso con las manos en el rostro.
-No sé que te hice Jimin, pero no debiste de haberte metido en mi relación. No... en verdad no. Los amigos no hacen eso.
Intentaba tranquilizarme pero no podía, comenzaba a tener un ataque de ansiedad.
-¿Amigos? Eso fue hace mucho tiempo. Guarda esta edición de anuario, es memorable.
El chico me lanzó su anuario al piso y se subió a su camioneta vieja. Arrancó para dejarme sola en ese puente tenebroso.
Tomé el anuario y lo lancé al vacío.
No quería verlo jamás en mi vida.