24.

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Sana POV

-Confía en mí.
Le susurré al oído mientras la llevaba de la mano por los pasillos solitarios de la escuela. Le tenía una pequeña sorpresa a Dahyun para después de su entrenamiento de fútbol. Corrimos por los pasillos intentando no hacer ruido, pues eran horas extra curriculares y no debíamos de estar por aquí. Sin embargo, nuestras risas y mis constantes "casi" caídas al piso nos delataron.
-¿A dónde vamos? ¡Nos van a mandar un reporte!
Susurraba Dahyun mientras se dejaba guiar por mí.
-Shhh.
Susurré hasta que topamos con el salón de audiovisual.
Una puerta a unos cuantos metros de nosotras se abrió, era un conserje trapeando el pasillo y chiflando una canción.
Yo con rapidez abrí la puerta en silencio y entramos al salón, estábamos a oscuras.
-¡Prende la luz, no veo nada!
Dubu desesperaba tocaba la pared para encontrar el interruptor.
-Cierra los ojos.
Dije.
-¡Pero si no veo nada, ahora con los ojos cerrados... menos!
Decía desesperada pero a la vez emocionada, sé que le tiene miedo a la oscuridad.
Ya que cerró los ojos, prendí el interruptor y corrí a mi computadora para reproducir la película.
-Ábrelos.
Dije.
Cuando Dubu abrió los ojos, miró el salón de audiovisual de una manera nunca antes vista. Me robé unas luces de navidad que tenía mi madre guardadas, hice palomitas y puse un montón de almohadas que encontré en mi casa por el suelo. Usé el proyector de la escuela y mi computadora para reproducir "La La Land", una de sus películas favoritas.
-¡W-wow! ¿Tú hiciste todo esto? ¿Cómo?
Preguntó la capitana mientras observaba los detalles.
-Sí, yo hice todo para ti. ¿Cómo? Bueno, ser fotógrafa escolar te da unos cuantos privilegios... y contactos.
Afirmé con orgullo de cómo había quedado todo.
Dahyun no pudo resistir la alegría y se lanzó sobre mí. Me acobijó con sus brazos y me dio un pequeño beso en los labios, haciéndome morir lentamente.
-Eres increíble.
Dijo mientras sus brazos rodeaban mi cuello y su rostro estaba a centímetros del mío. Su mirada era fija, honesta.
Yo deposité un beso en su frente.
-Gracias pero necesito comer palomitas ahora, llevo un rato queriendo comerlas.
Mencioné bromeando, haciéndola reír.
Nos acurrucamos encima de las almohadas y trajimos las palomitas mientras veíamos la película.
Había momentos en los que miraba a Dahyun por qué hacía comentarios sobre la trama, la música y los bailes que sus ojos brillaban como estrellas.
Me encantaba.
-¿Viste eso? ¡Por eso Sebastian ama tanto el jazz!
Decía mientras apuntaba al frente.
Yo solo sonreía.
-¡Amo esta canción! Me hace sentir como si fuera parte de la película.
Más comentarios que jamás me cansaría de oír.
Al finalizar la película y desgraciadamente las palomitas, vi que mi chica soltó unas lágrimas.
-No, no. ¿Qué pasa, hermosa?
Dije con nervios, creí que había hecho algo mal o no sé.
-Nada, nada. Ese final... ¿sabes? Duele.
Decía mientras los créditos pasaban por la pantalla. Yo reí un poco al verla así, se veía muy tierna. Acaricié su cabello dulcemente.
-Gracias por esto... a veces siento que no te merezco.
La capitana expresó.
-Mereces esto y más, ¿okay?
Le di una media sonrisa y vi el reflejo de las luces de navidad en sus ojitos pequeños.
Dahyun se acercó a mis labios y me besó, haciéndome sentir en la película misma.
-Te quiero tanto.
Dije entre besos, hasta besé su sonrisa.
Fue mágico, adoro sus besos.
-Ven acá.
Dahyun se recostó en las almohadas y yo me coloqué encima de ella para continuar el beso pero escuchamos que la puerta estaba siento forzada a abrirse.
Ambas nos levantamos con rapidez y susto.
-¡Maldita sea!
Susurré.
-¡¿Qué hacemos?!
Dahyun tenía el mismo miedo que yo.
-No digas nada.
Le sugerí y caminé sin hacer ruido a detener la película y apagar la luz.
De pronto la persona que intentó abrir la puerta, se fue.
Sin prender la luz, caminé hacia donde me guiaban mis sentidos y toqué la mano de Dahyun.
-¡Eres una tonta!
Dijo mientras ambas moríamos de risa, sabía que estábamos frente a frente así que aproveché a besarla a oscuras.

SHE (saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora