SHE (saida)

34.

Dahyun POV

Llegué el sábado por la mañana al gimnasio de la escuela con mis padres para recoger el anuario de generación. Los miembros del comité estaban sentados en las mesas repletas de libros, entregando los anuarios con una gran sonrisa en el rostro. Todas las familias estábamos formadas por orden alfabético como mi nombre empieza con D, no me tocó a mi novia en la mesa. Ella estaba de la P a la Q.
Mientras estábamos formados, la miraba entregar esos anuarios. Se veía fresca, feliz, orgullosa. Me encantaba mirarla así, no siempre la veía interactuar con tantas personas y verse tan feliz al mismo tiempo. Me encanta.
-¡Estoy muy emocionada! Ya quiero que lean mi entrevista. La preparé con mucho cariño.
Mencioné a mis padres mientras la fila avanzaba.
-Cariño, nosotros estaremos orgullosos de cada palabra que leamos. Eres nuestra pequeña campeona.
Mi padre me abrazó y me despeinó un poco el cabello. Yo reí y seguí mirando a Sana desde lejos. Ella sintió mi mirada, así que volteó con alegría para saludarme.
Me sonrojé un poco.
Llegamos al frente de la línea, nos dieron el anuario y firmé una hoja de recibido.
-¡Qué emoción! Vayamos a casa para leerlo.
Mi madre comentó al ver el precioso y elegante diseño que tenía el anuario.
Salimos del gimnasio y ya había familias leyéndolo, hojeando el anuario y se veían alegres.
De pronto, comencé a sentir miradas de algunos compañeros, pero ese tipo de miradas que son pesadas, que  te roban energía.
Parecían juzgarme.
-Seguro están envidiosos de tu entrevista, eh.
Mi padre mencionó mientras caminábamos a la salida de la escuela.
Él también notó las miradas, no era imaginación mía.
-¿Qué? ¿En serio?
La gente susurraba mientras caminaba por el pasillo con mi familia.
Comencé a sentirme incómoda, no sé a qué se debía esto pero seguro es por envidia o algo por el estilo.

Llegamos a nuestro hogar y mis padres se acomodaron en la sala.
-¡Vamos, ábrelo!
Mi mamá expresó emocionada. Yo abrí el libro y nos llegó ese olor a páginas nuevas.
-Aquí vamos.
Busqué en el índice del anuario la sección de entrevistas así que nos saltamos medio libro para llegar ahí.
-Qué vergüenza, me siento nerviosa por leerlo.
Comenté con mis padres hasta que llegamos hasta mi página.

"Kim Dahyun: Ser lesbiana no me detiene de ser la capitana del equipo de fútbol."

El título del libro decía... ¿Qué?
Mis padres se veían confusos, yo estaba confundida. Había fotos mías jugando fútbol, mi entrevista pero al final... al final había una foto.
Una foto que arruinó mi vida entera.
-¿Dahyun? ¿Qué es esto?
Mis papás apuntaron hacia la foto.
Éramos Sana y yo besándonos en esa fiesta de disfraces. Alguien tomó esa foto y Sana... ella la puso en mi página, era la foto más grande de todas. Incluso colocó unas banderas gay y corazones de colores alrededor de nuestra foto.
-¿Estás besando a tu amiga Sana?
Mi madre preguntó preocupada. Mis padres son religiosos y estrictos. Ellos creen que este tipo de amor es digno del infierno, siempre han tenido la mentalidad del siglo pasado y me ven casada con el hombre perfecto.
-Y-yo-
No sabía qué decir. Sana había hecho todo esto, Sana me sacó del clóset y ni si quiera estoy segura de quien soy aún. ¡Arruinó mi vida, lo plasmó para siempre en este estúpido anuario! ¡Todo es su maldita culpa!
-Esa no soy yo. Miren, tiene un antifaz. ¡Ni si quiera puedes ver quién es!
Recordé que esa noche, Sana estaba descubierta pero yo no me quité el antifaz... bien Dahyun del pasado, quizá podamos salir de esto.
-¿Es real o no, Kim Dahyun?
Mi padre casi gritaba, estaba tan enojado que podías ver sus venas sobresalir de su piel. El ambiente de tensión se vivía en mi sala, mis padres estaban profundamente decepcionados y enojados.
-Por favor, dinos que no eres la mujer de la foto y tampoco que eres lesb-  eso.
Mi madre también expresó su autoridad. Ambos me asustaban, me  hacían sentir culpable de algo que es tan natural como el amor.
Los miré sin saber qué decir.
-¡No! ¡No soy yo! ¡Quisieron molestarme por haber perdido el nacional y así se vengaron!
Inventé una gran mentira.
-Te creemos más a ti que a nadie más, sabemos que no eres de esas personas.
Mi padre estaba en una faceta que jamás había visto. Sabía que era homofóbico pero no tanto.
Mi madre empezó a llorar.
-Iremos el lunes a hablar con el director. ¿Quién escribió esta estupidez?
Mi padre preguntó con desesperación, así que agarró el anuario con agresividad y leyó el nombre de Sana al final de la cuartilla.
-Escúchame Dahyun, el Lunes estaremos a primera hora en la oficina del director. Tenemos que encontrar la manera de arreglar esta idiotez, no puede ser posible.
-¿No hay manera de que devuelvan todos los anuarios?
Preguntó mi madre entre lágrimas.
-La habrá sí o sí.
Mi padre se llevó el anuario y dejó la sala a pie pesado.
Mi madre solamente me miraba desconcertada.
-¿De verdad no eres tú, hija?
Preguntó una última vez mi mamá, su mirada estaba perdida. Me dolía tanto tenerle que mentir pero es lo mejor para ella y para todos.
Me quedé en silencio.
Me atreví a contestar.
-No soy yo. Sana fue una amiga de tres días, no he vuelto a cruzar palabras con ella.
Mentí.
Mi madre se fue y me quedé sola en la sala con el nudo en la garganta.
Comencé a caminar por toda la sala, tenía una combinación mortal de sentimientos. No podía creer que Sana me traicionó de esta manera, me expuso, nos expuso. Fue demasiado hipócrita y egoísta de su parte. Estoy arrepentida por haberla conocido. Alteró mi vida y ya no de la manera buena.

Salí de la casa y tomé el teléfono para llamarle.
-¡Hola, amo-
Dijo con alegría pero la interrumpí.
-¡¿Es enserio, Sana?! ¡Eres la persona más egoísta que he conocido! ¡Arruinaste mi maldita vida!
Le dije entre lágrimas, estaba gritándole con rencor.
-¿Qué?
Sana contestó.
-¡No te hagas la inocente, bien sabes lo que hiciste! ¡TE ODIO!
Grité con desesperación.
-Dahyun, no entiendo, de verdad-
-¡REVISA UNO DE TUS ANUARIOS DE MIERDA! ¡DÉJAME EN PAZ, TERMINAMOS!
Después de seguir gritando, colgué y lancé el teléfono al piso tam fuerte que se rompió mi pantalla. Me lancé al piso y comencé a llorar sin parar.

Jamás lo creí de ella.
Jamás creí odiarla.