Es increíble como la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, los primeros meses en España fueron tan desconocidos para mí, no entendía nada, no sabía mucho y tenía miedo de estar en un lugar en el que nunca había estado sola, pero ahora me he acomodado tan bien y ver hacia atrás solo me hace confirmar que haber venido fue una de las mejores decisiones que he tomado.
Puedo confirmar que Franco cada día me desea más, yo también lo hago. Lo de nosotros se puede decir que no es nada formal, hablamos, nos besamos, tenemos sexo, pero nadie mete la parte emocional y eso está bien, al fin y al cabo fue lo que ambos decidimos.
Lo bueno es que esto que Franco y yo tenemos a ninguno lo afecta, él sale con sus amigos o con quien quiera y a mí me da igual, también si yo salgo con quien sea a él no le importa, lo que si yo le dije es que en el momento que alguien no se sienta cómodo con lo que tenemos, es mejor comunicarlo y dejarlo así, pero los dos estamos bien y ninguno de los dos quiere salir con alguien en plan romántico, ligue o simplemente por acostarse con alguien, como dije, así estamos bien.
Hoy martes tengo mis clases después de las diez de la mañana, en eso me estoy terminando de alistar y en eso me llega un mensaje de Arick, ya está abajo, él usualmente pasa por mí cuando vamos a la universidad.
—¡Hola! —le digo y él me sonríe, mientras se acerca y me abraza.
—¡Hola Vi! —me abraza y luego de separarnos empezamos a caminar hacia la universidad. —Oye Vi, ¿qué has sabido de Sab?
—Ha pasado una semana desde que se fue enojada de mi apartamento y no la he vuelto a ver. —menciono mirando a Arick, él me ve asombrado.
—¡Joder! Pensé que era el único. —me dice y yo lo miro confundido. —O sea, tengo días de no saber de ella.
—Ella se enojó solo porque le dije que Angélica no me daba buena espina, además Franco le habló y le dijo que ella no era una persona de confianza. —menciono mirándolo y Arick suspira.
—Ahora sí que no entiendo qué le pasa a Sabrina, o sea, ella misma sabe la fama que esta tía tiene, ¿por qué tiene que actuar así? —pregunta Arick enojado, yo niego mientras encojo mis hombros.
—Ay no sé, pero en mi país tienen un dicho y es verdadero: "quien solo se enoja, solo se contenta". —le digo y él se ríe, pero asiente.
—Ese dicho sí que lo he entendido, y es cierto, joder, no la has ofendido. —me dice y yo asiento.
En eso llegamos a la universidad, entramos y vamos por el pasillo donde Franco trabaja y lo veo salir de su oficina, él me sonríe, yo le sonrío en forma de saludo, ya que no lo vi esta mañana, y sigo caminando con Arick.
—Pero no le des vueltas a eso o vas a terminar mareada. —dice Arick y hace una cara muy graciosa, yo me rio a carcajadas mientras voy caminando con él, en eso me volteo un poco y puedo ver con el rabillo de mi ojo que Franco nos mira, yo me extraño pero sigo caminando.
—¿Qué pasa? —pregunta Arick y yo me rio mientras niego.
—Nada, vamos. —le digo y seguimos caminando.
Horas después.
Estamos en hora de almuerzo, sentados en las mesitas de la cafetería.
—¡Joder! Hasta la polla estoy de Samu y Vi. —exclama Crista y yo me rio, pero pareciendo estar ofendida.
—Ay Crista. —murmura Larissa y yo me rio.
—¿Qué pasa, Crista? —pregunta Samuel riendo.
—¿Tienes polla? —pregunta Arick y Crista lo golpea en el pecho.
—Joder, es que no se callan toda la maldita clase. —exclama y Samuel se ríe a carcajadas junto a mí.
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Perdida en España. #1 (¡Completa!)
Teen FictionTan perdida en España como él en mi mente, pero hasta la burbuja de la fantasía más linda la estalla la cruel aguja de la realidad. Aquí es cuando me queda muy claro que todas esas películas de princesas y cuentos de hadas se equivocan cuando habla...