Llego a las diez de la mañana al apartamento, Franco está tumbado en su cama viendo televisión, al verme sonríe.
—Hola Vi. —me dice y yo no le respondo, o sea, estoy todavía procesando lo que acabo de escuchar.
—Franco, tenemos que hablar. —le digo y él suspira y se pone de pie.
—Ven aquí. —me dice y yo me tumbo a su lado y lo miro. —¿Pasa algo?
—Acabo de escuchar a Arick y a Samu hablando, estaban diciendo que era obvio que algo pasaba entre nosotros. —le digo y él se ríe.
—¿Cuánto llevamos con esto? Meses y nadie se ha dado cuenta. —me dice riendo con tranquilidad y yo suspiro.
—Franco sí, pero, solo hay tres cosas en esta vida que no se pueden ocultar: el sol, la luna y la verdad. —le digo mirándola y él me besa los labios.
—¿Sabes qué? A mí me da igual si se dan cuenta o no. —murmura mirándome y yo lo miro impresionada. —Tú estás soltera, yo también, que digan lo que sean. —agrega y me besa.
—Es cierto. —murmuro mirándolo a los ojos.
—Y bueno, hora de empezar a vestirnos, tenemos que estar en el aeropuerto en una hora. —me dice y yo me levanto del sillón.
Horas después.
Entramos al hotel y a Franco le dieron las llaves de la habitación, subimos y cuando abrimos la puerta solo había una cama.
Yo me rio.
—Toma, tío, gracias. —le dice Franco al chico que nos ayudó con las maletas mientras le da su propina y después el chico se va.
—Franco... —lo llamo y él me mira con una sonrisa divertida, sabe qué le voy a decir.
—¿Tú no querías dormir conmigo? —me pregunta y yo niego mientras entro, él me abraza por la cintura y cierra la puerta a nuestras espaldas. —¿Entonces no vas a querer que te folle en esa cama tan linda?
—Eso es diferente, Franco. —le digo y me volteo, él me mira con sus cejas arriba, yo me rio y lo beso.
—¿Recuerdas que te dije que en algún momento te iba a amarrarte y cubrirte los ojos? —pregunta y yo me rio.
—¿Hoy es el día? —lo miro con emoción.
—Si quieres. —murmura y yo sonrío mientras asiento.
—¿Contigo? Lo que sea. —le sonrío y él me besa, yo también lo beso.
—Vale, entonces déjate llevar. —menciona y me toma de los hombros, me besa y luego me dirige a la cama.
Me acuesto y él se pone encima mío, para luego empezar a besarnos, él empieza a rozar su entrepierna con el mío y yo jadeo, él sonríe y empieza a desvestirme, yo sonrío y él se pone en pie y se va hasta su equipaje y saca unas corbatas, él me mira y sonríe con picardía.
—¿Qué vas a hacerme? —lo miro mientras estoy tirada en la cama, él se acerca a mí y se sube encima de mí, me besa y me acaricia todo mi cuerpo.
—Todo lo que te imaginas y hasta más. —murmura en mi boca y nos besamos.
—Sorpréndeme. —lo miro a los ojos mientras me separo de él.
Franco sonríe de lado.
—Avísame cuando no te sientas cómoda o quieras parar.
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Perdida en España. #1 (¡Completa!)
Teen FictionTan perdida en España como él en mi mente, pero hasta la burbuja de la fantasía más linda la estalla la cruel aguja de la realidad. Aquí es cuando me queda muy claro que todas esas películas de princesas y cuentos de hadas se equivocan cuando habla...