Capítulo 23: Kiss Me More.

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—Franco, nos van a oír. —digo entre besos, él se ríe.

—¿Hemos escuchado a Samuel y Lu? —me pregunta mirándome.

—Ellos están tan borrachos que estoy segura que lo que hicieron fue dormir. —afirmo y él se echa una carcajada.

—Es cierto pero vale, mejor a dormir porque mañana hay que despertar temprano. —murmura en mis labios y yo lo beso. —Me debes un rato de diversión.

—De fijo. —le digo y me voy a dormir con Sabrina, ella está dormida desde hace rato, estoy segura que ni nos escuchó a Franco y a mí.

Al otro día despierto y todo está en silencio, yo me muevo y a mi lado no está Sabrina.

Me parece extraño, pero me estiro en la cama y luego suspiro, me pongo de pie y veo mi teléfono, hay un mensaje de Sabrina en él que dice:

—Nos vemos en la playa, solo faltan tú y Franco de acompañarnos, no te desperté porque valoro mi vida, solo desayunen, aquí tenemos todo lo demás. 7:30 am.

Eso fue hace una hora, seguramente falto yo porque Franco siempre se despierta temprano, me voy al baño que tiene la habitación y luego salgo de ella para ir a la cocina por un vaso con agua, en la mesa veo que está el desayuno pero cubierto con paños de cocina, yo agarro el agua y tomo, en eso escucho unos pasos.

—Buen día. —escucho la voz ronca de Franco detrás de mí.

Yo me volteo y lo miro, él me mira de pies a cabeza con una sonrisa.

—Joder, si supieras lo bien que te ve esa camisa. —le digo y yo me miro, en eso recuerdo que estoy solamente con mi tanga y la camisa, sin sostén y me ruborizo.

—Ehh, gracias. —le digo riendo con algo de pena.

—¿Por qué te sonrojas? Ya te vi desnuda. —me dice descaradamente y yo me rio.

—¡Franco! —le reclamo y él se ríe 

—Nadie nos está escuchando Vi. —murmura y yo me rio.

—Es cierto.

Franco se acerca y me besa mientras apreta mi trasero, yo me rio, lo beso y él me sube a la isla que está en medio de la cocina, yo abro mis piernas mientras que él se pone en medio de ellas y empieza a rozar sus partes con las mías. Él mete su lengua en mi boca y yo hago lo mismo, nos besamos así por unos minutos y luego él toma la camisa y la sube, ve mis pechos y sonríe, luego se acerca y escupe en uno mientras que el otro se lo lleva a la boca, yo gimo y arqueo mi espalda y llevo mis manos a su cabeza, presionándolo más a mí. 

Yo gimo y sonrío, él mete su mano en mi tanga, yo muerdo mi labio inferior al sentir sus dedos encima de mi clítoris. 

—Joder, estás tan húmeda. —menciona él y yo gimo, él gruñe mientras sube a mi cuello y empieza a darme besos ahí. 

Mi temperatura corporal empieza a subir mientras que los movimientos de Franco hacen querer más, yo llevo mi mano a su entre pierna y empiezo a acariciarlo, él gruñe y me muerde un poco el cuello, pero él se detiene un momento y se separa de mí. 

—¿Qué pasa? —lo miro y él sonríe, mientras chupa sus dedos. 

—Vamos a la ducha, quiero desafiar las leyes de gravedad. —responde y se acerca a mí mientras me besa, yo lo beso y asiento. 

—Vamos. —respondo sonriendo y nos dirigimos al baño. 

Ahí dentro, este es amplio y moderno, él cierra la puerta con llave y yo me quito su camisa y mi tanga, Franco me mira de pies a cabeza y sonríe, yo me meto a la ducha y abro esta, el agua empieza a caer en mi cuerpo y siento un poco de frío, mis pezones se ponen un poco duros y Franco sonríe, se quita toda su ropa y ya está un poco duro. 

Perdida en España. #1 (¡Completa!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora