Capítulo 6: Done for me.

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—Es que... Es increíble Vi, Ander parece estar celoso por Bianca.

Solo a aquello le puse atención, Franco viene diciendo cosas desde que pasamos a dejar a Ander a su casa, obvio está molesto por todo lo que le había dicho Ander, aunque todo eso es verdad.

—Tal vez él ve algo que tú no. —hablo de una manera neutra, en eso veo que Franco me mira enojado. 

Ay no...

—¿Cómo? —cuestiona molesto, yo niego.

—Nada... —digo con miedo. 

—No, repite lo que acabas de decir. —ordena, yo trago saliva.

—Qué tal vez Ander ve algo en Bianca que tú no vez, eso siempre pasa. —digo con nervios, Franco suspira. —Pero, olvida lo que dije, fue imprudente de mi parte.

—No de hecho, no sé porque algo dentro de mí dice que empiece a hacer caso. —confiesa mientras lleva su mirada adelante, yo arqueo una ceja.

—¿La amas? —pregunto, él se queda en silencio. 

—Ya no es lo mismo. —murmura él y yo lo miro con duda. 

En eso llegamos al estacionamiento de los apartamentos, él se detiene y apaga su auto. 

—Ven, en casa te cuento más. —sugiere y nos bajamos del auto.

Saludamos a Emilio y seguimos caminando, yo me quito los tacones que llevo puestos apenas entramos al elevador, haciendo que Franco me viera con gracia.

—Yo nunca uso esto, te lo juro, solo que hoy que salí contigo y con Ander si los puedo usar, ya que son bastante altos. —aclaro y él se ríe.

—¿Con tus amigos no?

—Sí, pero no me gusta usarlos cuando tengo que caminar mucho, de hecho son los únicos que tengo. —comento mientras río y la puerta del elevador se abre.

—Vamos. —me dice el y empieza a caminar, pero yo lo tomo de su hombro.

—Espera... —lo detengo. —Me duelen mucho los pies espera, déjame por lo menos agarrar tu brazo, por favor.

—¿Qué tanta confianza me tienes? —pregunta él y yo lo miro confundida.

—¿Por qué? —pregunta y él se acerca a mí, yo me pongo nerviosa.

—Si te incómodas me dices. —me dice y con un movimiento rápido me carga como si fuera un bebé.

—Oh por Dios. —exclamo muy sorprendida a lo que ha hecho.

—¿Te bajo? —dice él y yo niego mientras me rio. 

—¿Por qué no me llevas así a la universidad? —bromeo y él pega una carcajada.

—¿Te puedes imaginar cómo nos podría ver la gente? —pregunta él mirándome a los ojos y ambos reímos.

—Estás mal de la cabeza, Franco. —respondo.

—El mundo de los locos es más divertido Vi. —menciona mirándome con una sonrisa, yo me rio. —Pero vale, ayúdame a abrir la puerta. 

—Hazte un poco más pequeño que no alcanzo. 

Él se flexiona hacia adelante y abro la puerta. 

—¡Te caes! —exclama moviéndome hacia adelante y yo grito. 

—¡Franco no seas idiota! —grito y él ríe a carcajadas. —No hagas eso. —chillo, él hace lo mismo y yo me aferro a su cuello. 

Ambos reímos a carcajadas y entramos. 

Perdida en España. #1 (¡Completa!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora