Capítulo 13: Chandelier.

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—Si hubiesen visto su cara... —dice Ander riendo.

Yo dejo de mirar a Franco y me rio, ella se había ido con muchísima rabia de aquí, se nota que todavía le importa Franco.

—Deberían ser actor y actriz de Hollywood vosotros dos. —dice Nathaniel y todos reímos.

—Por eso lo hice, el pecado mortal de Bianca es la envidia de quien la rodea. —dice Franco mientras me mira con una sonrisa.

—¿Ella no es peligrosa con esa envidia que la envenena? —pregunto y los tres chicos se miran y después me miran. 

—Nooooo. —dicen confiados.

No les creo, no les creo absolutamente nada, ella está mal de la cabeza, su mirada lo revela y eso me hace tener mis reservas con ella, además siento que no se va a quedar de brazos cruzados. 

—Vale, pero para cambiar de tema, ¿jugamos? —pregunta Nathaniel con entusiasmo.

Ya el alcohol está empezando a hacer efecto en todos, llevamos tiempo en ese lugar ya. 

—Ay no, ¿en serio? No tenemos quince años, Nathaniel. —le digo y él se ríe. 

—Ostia tía, que aguafiestas eres, ¿quieres pirarte ya? Mira la hora, joder, las nueve y media. —dice y yo ruedo mis ojos.

—Okay, okay. 

—¿De qué va el juego? —le pregunta Franco mirándolo con atención.

—Va de que podemos hacernos cualquier pregunta entre nosotros, sin filtros, sinceras, las respuestas también tienen que ser sinceras, y quien no quiera responder, toma, cada uno tendrá tres preguntas por turno, o sea, si empezamos con Franco, Ander y Vi le preguntamos, y así. —explica él con malicia en su rostro. —¿Jugáis? —agrega él mirándonos con una sonrisa perversa y llena su shot del licor dulce que habíamos estado tomando.

—Yo juego. —digo y lleno mi shot

Franco y Ander me miraron sorprendidos.

—¿Tienen miedo? Mañana vamos a recordar la mitad. —agrego riendo y ellos también llenan sus shots.

Nos tomamos el trago para empezar y Nathaniel me mira.

—Ni pienses que con esa estúpida frase machista "las damas primero" me vas a hacer empezar a mí. 

—Joder que carácter, vale vale empiezo yo, pregunten. —dice Ander y Franco ríe para luego tomar la palabra:

—Vale... Entre Nathaniel y yo, ¿a quién te follarías? No puedes decir ninguno.

Yo le doy una palmada a mi cara, ¿cómo pregunta eso? Definitivamente hombres...

Ander se ríe. 

—Ostia... ¡A tu puto gato! —exclama entre risas y todos reímos. 

—Eh, ya empezamos con Ander y sus trampas, vamos, decidnos. —insiste Franco bufando.

Él se sirve un trago y se lo toma de un solo tirón, eso prendió mi bombillo de la curiosidad, mis amigos siempre que se preguntaban ese tipo de cosas no se lo reservaban, no sé si era por falta de la madurez o porque no sabían distinguir entre una broma y la realidad. 

—Sigo yo. —digo mirando a Ander con una sonrisa, él está a mi lado, en frente de mí Franco y al lado de él Nathaniel.

—Ostia, niña, se te ve la maldad en la cara. —comenta Nathaniel y yo me rio.

—No, vamos a empezar de manera suave. —comento riendo y Ander suspira.

—Jolín, Dios me proteja. —dice mirando al techo y todos reímos.

Perdida en España. #1 (¡Completa!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora