Capítulo 3: My way.

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Abro los ojos y todo está en silencio, vi el reloj que hay en mi habitación, siete y media de la mañana, las clases empezaban hoy a las diez, mi celular vibra y yo lo tomo.

[4 mensajes nuevos de Sabrina.]

Sabrina: —Oh por Dios Vi, pude notar como Franco se molestó por lo que le dijiste. 23:59.
¿Te dijo algo? 00:00.
¿Pelearon? 00:10.
¿Sigues con vida? 7:15.

Hola Sab, sí, sigo con vida, y ahora te cuento los detalles. 7:35.

Salgo de mi habitación para dirigirme al baño, en eso se abre la puerta de la habitación de Franco, está él con el cabello desordenado y cuando me mira, esperando a que yo lo saludara, pero yo solamente lo miro seria, me había dado mucha rabia las actitudes machistas de él ayer en la noche.

—Buen día. —me dice antes que entre al baño.

—Buenos días. —le respondo sin mirarlo y cierro la puerta, me di una ducha rápida y cuando salgo del baño lista, Franco está esperando a que yo saliera.

—Vamos, no estés enfadada conmigo. —me habla y yo lo miro con una ceja arriba.

—Si vas a ser así de machista siempre, no nos vamos a poder llevar bien Franco, además que yo no soy ninguna niña para que me estén poniendo reglas tontas. —replico y él se asombra, pero solamente asiente.

—Vale, vale... Lo siento.

Yo no le digo nada y solamente me meto a la cocina, obvio que con un "lo siento" ya todo iba a estar bien, pero bueno, solo espero que no sea así siempre.

Preparo café para ambos, pero, desayuno solo para mí, cuando yo me levanto de la mesa, ya que había terminado, llegó Franco listo para el trabajo.

—¿Me vas a ignorar siempre? —pregunta él pareciendo ofendido y yo lo miro con cara de: "¿en serio?".

—No siempre, pero, ¿Te tengo que rendir culto? —le pregunto mientras rio de manera sarcástica y pongo los platos en el lavabo y él se me queda viendo muy confundido. —O sea, ¿tengo que alabarte?

—Si quieres, alabas mi belleza. —dice con una sonrisa y yo me rio.

—No te soporto, en serio. —niego y él ríe.

—Me vas a terminar amando. —afirma y yo me rio a carcajadas.

—Ojalá que nunca pase eso. —menciono y él jadea impresionado.

—¡Hey! —reclama, yo me rio.

—Es broma, pero no creas que ya no estoy molesta por lo de ayer. —le digo mientras lo miro y salgo de la cocina, antes de abrir la puerta para irme, me devuelvo y él viene saliendo de la cocina. —Ah, y te iba a decir que tu novia ayer casi me mata. —agrego riendo y él me mira sorprendido.

—¿Qué dices? —pregunta mientras se me acerca.

—Te lo juro, ayer saliendo del apartamento, cuando tú ibas para el trabajo, ella me vio con cara de quererme matar, se notó que no le contaste que estoy viviendo aquí. —me rio, pero para él no es nada gracioso, solamente suspira.

—No le pongas atención. —comenta algo molesto y eso lo pude notar, pero no quise decir nada al respecto, voy saliendo y en eso Simba, el gato de Franco me salió de la nada, haciendo que yo me asustara pero no grito. 

Perdida en España. #1 (¡Completa!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora