Pasan los días, a la mitad de las vacaciones estamos y Arick se fue hace un día porque hoy tiene un viaje familiar, los chicos llegaron viernes y ayer lunes se fue, ya el
—¿No te ha dicho nada? —me mira Sabrina perpleja y yo niego.
—¿Por qué? ¿Sabes algo? —digo con mucha curiosidad.
—No nada, solo lo que tú me has contado, pero pensé que Arick era un poco más sensible y le hubiese gustado hablar de eso. —me dice ella y se tira en mi cama.
—¿Sensible? —pregunto riendo y ella asiente.
—El único fuckboy que tenemos de amigo es Samu. —comenta y ambas reímos. —Pero bueno, cambiando el tema, descubrí algo del pasado de Bianca.
—¿Qué? —la miro con curiosidad.
—Yo creo que esos rumores de los que hablamos sí son ciertos de Bianca nunca realmente quiso a Franco pero Vi en serio mejor déjalo así, está bien que te guste, pero que busques algo así, algo que le puede causar daño a él. ¿En serio quieres seguir con esto? —me pregunta Sabrina y yo la miro seria.
—No vuelvas a decir que me gusta, si no se dice no es real. —le digo y me volteo para ir a posarme en frente de la gran ventana que dejaba ver mucha naturaleza y al mismo tiempo la ciudad.
No, a mí no me gusta.
—Dios mío, me siento tan inmadura, o sea, es que ¡él no me puede gustar! Llevamos viviendo siete meses juntos.
Sabrina se pone a mi lado y habla:
—¿Te puedo dar un consejo? —me dice en un susurro y yo asiento mientras miro la hermosa vista que tenía mi habitación en la casa de Lottie.
—Dime. —murmuro.
—Te lo digo porque te conozco, sé lo que te conviene y lo que no. Franco es un buen chico, pero él todavía está enamorado de Bianca, a una persona de cinco años no se le olvida en un mes, ni en dos, menos con otra persona, Vi... Recuerda que donde fuego hubo, cenizas quedan. Además, Franco tiene mucho que sanar. —menciona.
Tiene razón.
—Eso lo tengo bastante claro. —respondo sin mirarla.
—Si te metes en el incendio, vas a arder y yo... —murmura y yo la miro. —Yo no voy a poder hacer nada, Victoria, por más que seas mi mejor amiga, si tú misma quisiste hacerlo, yo no me voy a quemar por ti. —me dice ella, esas palabras me pesan, pero yo solo la miro y bufo.
—Por Dios Sabrina, tú, yo y el universo sabe que no me voy a meter ahí, sería una estupidez, Franco no me gusta, así que puedes estar tranquila, no voy a hacer nada para tentarlo y después salir lastimada. —comento mirándola mal y ella suspira.
—Por ti no tengo tanto miedo, es por él. —razona y yo la miro con confusión, pero no le digo nada.
—¿Quieres ir a la piscina? Yo muero de calor. —le digo entrando al baño, cerrando la conversación de golpe.
Tomo una toalla y la miro, ella me mira mientras niega con su cabeza.
—Eres increíble, Vi, pero vamos. —murmura y se pasa de habitación para ponerse su traje de baño.
Llegamos a la piscina y pongo mi toalla con mi teléfono y mi ropa en una de las camas de playa y Sabrina se pone a mi lado.
—Hey, que no se te olvide lo que te dij... —menciona y yo no la dejo terminar, me lanzo a la piscina y no escucho nada más.
Me quedo unos segundos en el fondo.
Sabrina ya se está metiendo en mi vida más de lo que le tengo permitido.
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Perdida en España. #1 (¡Completa!)
Dla nastolatkówTan perdida en España como él en mi mente, pero hasta la burbuja de la fantasía más linda la estalla la cruel aguja de la realidad. Aquí es cuando me queda muy claro que todas esas películas de princesas y cuentos de hadas se equivocan cuando habla...