Amelia estaba de los nervios. Ese día tenía una de sus primeras entrevistas como parte del reparto de "Amar es para toda la vida". Temía equivocarse o decir algo que no debía o soltar algún spoiler sin pensar, se lo habían advertido hasta el cansancio. Aún recuerda aquella vez que le soltó a Nacho que Dumbledore moría justo cuando se acababan de acomodar, en el sofá de su casa, para ver Harry Potter y el príncipe mestizo. Amelia era una gran fan de la saga y quería que su amigo viera todas las películas por primera vez con ella. Ignacio se pasó tres días sin hablarle por bocazas.
La entrevista sería en la radio, pero transmitida en directo por internet. Personas de todo el mundo podrían verla y sentía bastante presión. A todo esto, podíamos añadirle que la entrevista era en Onda Libertad. Sabía que su locutora de radio favorita podría estar por ese edificio y no sabía cómo reaccionaría si se la encontrase de frente.
Llegó al lugar, le sudaban las manos y, si hubiera encontrado alguna buena excusa, se habría escapado sin pensarlo un segundo. Estaba en blanco. No se le ocurría nada. Y el típico "el perro se ha comido los deberes" no era aplicable a esta situación. Estuvo esperando unos cinco minutos, hasta que un joven moreno de ojos claros se presentó ante ella.
- Hola. Amelia Ledesma ¿verdad? – la morena asintió – Soy Mateo Ordóñez. Encantado – y se acercó a Amelia para darle los dos besos de rigor.
- Igualmente – sonrió.
- Bueno, ¿preparada? – preguntó aquel joven.
- No mucho. Estoy bastante nerviosa – confesó Amelia.
- Bueno, respira hondo. Será divertido. Ya verás que en cuanto te pongas los cascos y empecemos a hablar, todo se hará más fácil – la tranquilizó Mateo.
- Eso espero. No me dejes soltar ningún spoiler que me despiden – bromeó la actriz un poco más tranquila.
- Prometido. Si veo que vas a soltar alguno, tiro de todos los cables que vea y que sea lo que tenga que ser – le contestó el locutor.
Ambos reían mientras caminaban por aquellos pasillos. Se subieron al ascensor y, allí, Mateo empezó a contarle en qué consistiría el programa y sobre qué serían las preguntas. Amelia estaba muy atenta a toda la información que le estaban dando y al salir del ascensor sintió un golpe que casi la hace caer. Un montón de papeles se desparramaron por el suelo y la persona que los iba cargando, rápidamente, se agachó para empezar a recogerlos.
- Ay, perdón, ha sido culpa mía. Iba mirando los papeles y no me he dado cuenta de que estabais saliendo del ascensor – decía de carrerilla mientras recogía sus papeles.
- No, no, lo siento yo, que no te he visto – decía Amelia, apuradísima, mientras la ayudaba a recoger.
- ¿Estás bien? – preguntó Mateo también agachado rescatando folios.
- Sí, sí. Tranquilo Mateo – y levantó la vista, por fin.
Aquellas dos mujeres se miraron, aún agachadas en el suelo. Luisita casi se atraganta con su propia saliva al ver a quién tenía delante... otra vez. "Me he quedado dormida en el trabajo y estoy soñando, no hay otra explicación posible" pensaba mientras miraba a Amelia con la boca abierta. La morena le regaló una sonrisa.
- Siento haberte desordenado los papeles – le dijo mientras le devolvía los que había recogido.
- No te preocupes. Soy un desastre y normalmente terminan desordenados, por eso los numero – le contestó aún sin salir de su asombro.
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Después de tanto tiempo
De TodoLuisa Gómez se entera de que su compañera de instituto y primer amor, Amelia Ledesma, va a empezar a trabajar en una longeva serie de televisión. #Luimelia *Esta historia está inscrita en el Registro de la propiedad intelectual*