ALANNA BECKER

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"Dejar ir es el mayor acto de amor que puede hacer un ser humano".

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Los minutos pasan y la noche trae consigo un frío que me amenaza. Tengo la impresión de que las ráfagas de aire se transforman en figuras esqueléticas que se esconden detrás de los árboles esperando a que me distraiga para llevarme. A lo lejos, una espesa neblina aparece y avanza hasta llenar cada rincón por donde estamos.

Al levantar la mirada, veo una estrella brillante, la más brillante del cielo. Sé que es Soffi. La miro muy atenta pensando en lo que me había dicho. Pienso por un largo rato hasta que caigo en cuenta. ¡Soffi habitó el cuerpo del venado para hacerse presente! Me lo mostró porque no puede decirme esas cosas en este plano.

Tal vez puedo hacer lo mismo con Abby.

El mundo espiritual está conectado al terrenal, muy conectado. Miles de millones de conexiones que unen ángeles con personas vibran a nuestro alrededor, hebras brillantes que no se rompen, pero que no pueden verse porque las personas no creen en su existencia. Las personas primero tienen que ver para creer. El don que tiene Abby es una de las pocas cosas que se pueden hacer y sentir entre ambos mundos, pero yo sé que Tanner, posee algo especial.

Cuando pasó el accidente, apareció en su forma espiritual mientras estuvo inconsciente y moribundo. Hace unos instantes, confió en el secreto de Abby y pudo ver a Soffi. Tal vez lo que he descubierto y quiero hacer, también sea capaz de entenderlo y verlo.

Nada de las cosas que habían pasado eran casualidad.

Ahora lo entiendo. Lo que a él lo hace especial, es que su mente, su fe y la nobleza que posee funcionan al contrario de los demás: Tanner primero cree y como consecuencia de ello, ve.

Camino hasta Abby y ella se vuelve cuando me siente.

―Necesito hablar contigo ―le susurro―. Inventa una excusa para que Tanner te deje sola por unos minutos.

Levanta sus hombros y hace un gesto de confusión. No sabe qué inventar. Vuelvo hablar.

―Dile que necesitas unos minutos a solas porque quieres orinar ―comento.

Ella asiente. Abby le toca la mano a Tanner que abre los ojos al instante.

―¿Qué pasa? ―le pregunta.

―Hum... necesito un poco de privacidad. Necesito orinar.

Él se levanta y mira alrededor. La neblina está más espesa y no le permite ver más allá de tres o cuatro metros.

―Está bien. Iré al otro lado para que puedas tener privacidad. Me das un grito si necesitas algo. Estaré pendiente.

Cuando Tanner se aleja, le cuenta todo sobre Soffi, su asesinato y quién lo hizo. Abby escucha horrorizada cada palabra hasta que termino.

―Todo por dinero ―murmura Abby.

―Así es. Yo encontré a Soffi en el cielo. Es un ángel también, pero cuando el asesino estuvo a punto de dispararle a Tanner, un pequeño venado lo interrumpió y lo atacó para defenderlo. Del venado, salió el alma de Soffi. Ella se presentó ante él. De una forma, le hizo entender que los ángeles existimos, que el mundo espiritual es real, tanto como el terrenal.

―Entonces, ¿tú puedes aparecerte ante él? ―me pregunta.

―Lo que Soffi me mostró es que tal vez yo puedo interactuar con Tanner, siempre y cuando pueda habitar algún cuerpo, como ella hizo con el pequeño venado.

Un ángel duerme conmigo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora