Ya han pasado 7 meses desde que Road desapareció y ayudó a Allen a huir de la Congregación, pero varios problemas se le han presentado con el paso del tiempo.
Por otra parte, Allen echa de menos a aquella chica que aprovechaba cada momento para deci...
Los tres comenzaron a repartir ataques contra los akuma que parecían no tener ningún fin, pero el esfuerzo se hacía notar, lo malo de todo es que la habían encontrado.
Habían encontrado a Keim y más importante, a Allen.
- Décimo cuarto, corazón - dijeron varios akumas algo ilusionados y felices.
- Maldita sea - susurraron ambos chicos, estaban en peligro
- ¡Keim, trata de huir! - propuso Allen mientras seguía con la batalla
- ¡Ni de broma los dejaré aquí solos! - atacó
- ¡Haz caso mocosa! ¡¡Tú eres la inocencia corazón!! ¡Lárgate! - insistieron
- ¡¡No!! - reclamó
Siguieron con la pelea, sin embargo, se estaban cansando y los ataques eran continuos, algunos si lograban un gran impacto en los que peleaban.
- ¡Keim ya basta! - suplicó la madre - ¡Ellos tienen razón, no es bueno que te metas en las peleas! ¡¡Eres el objetivo!! -
- ¡Estaré bien! - gritó y siguió atacando.
Los akuma iban cayendo poco a poco, pronto se liberarían de ellos y podrían huir.
[Es inútil, no se detendrá] pensó Allen, algo preocupado mientras recibía y daba ayuda a su amigo.
[Maldita sea, esto sería más fácil si no se metiera en las peleas y nos dejara el verdadero trabajo a nosotros, mocosa terca]
La preocupación de ambos chicos de que los akuma obtuvieran su inocencia crecía, no podía ser así.
Keim lanzaba tornados de fuego, hacía crecer raíces del suelo y piedra que aplastaba a los akuma en un instante, cápsulas de agua y aire que los hacían estallar instantáneamente, era increíble.
Todos los escombros se mantenían en el mismo lugar, era como si el edificio estuviera protegido con algo para que no dañara el entorno.
- ¡Ya casi no quedan, aprovecha y huye junto con tu madre! ¡¡Hazlo ya!! -
- ¡¡No!! ¡Pelearé con ustedes hasta que terminemos! - atacó de nuevo.
Algo observaba la pelea de cerca.
Seguían con lo mismo.
Hubo un momento en el que usaron cortadora mantis y Crown belt para acabar con más, lo que ayudó bastante, así por dos veces consecutivas, ya solo quedaban 5.
- Décimo cuarto - - Corazón -
Hablaban los akuma
- ¡Cállense de una vez! - gritó Kanda dando el golpe final a dos de ellos.
- Lo lograremos - dijo entusiasmada.
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