Ya han pasado 7 meses desde que Road desapareció y ayudó a Allen a huir de la Congregación, pero varios problemas se le han presentado con el paso del tiempo.
Por otra parte, Allen echa de menos a aquella chica que aprovechaba cada momento para deci...
La casa parecía vacía, no se escuchaba ni un ruido, lo que parecía extraño, sin embargo era agradable.
Ambos llegaron al pasillo que llevaba hacia la sala y el comedor.
- De repente te vez muy serio - dijo Cross sacando una de sus manos de su bolsillo.
- Bueno...es un poco difícil aceptar que ya solo me queda mi hermano y...tú - dijo rodeando el tema
- Hablas de Road ¿verdad? No te mortifiques, nadie lo esperaba - tomó su hombro, como algún tipo de consuelo.
Guardaron silencio de nuevo y llegaron a la sala, donde la poca ilusión que aún tenía fue totalmente aplastada por la pareja ahí presente.
Ambos se llevaron una gran sorpresa al verlos abrazados y tan juntos que decidieron retroceder algunos pasos.
Allen abrió sus ojos y miró el techo por un momento. De inmediato la Orden y sus amigos vinieron a su mente.
- ¿Qué pasará después? - preguntó al aire, llamando la atención de la chica
- ¿Sobre qué? - preguntó ella
Sus miradas se conectaron y el albino sonrió.
- No estoy seguro...no deseo volver a la Orden pero... -
- ¿Quieres seguir siendo exorcista? - completó la frase
Él asintió y abrazó con un poco más de fuerza el cuerpo de la Noé.
Por su parte acarició su pecho y escuchó su palpitar, suspirando.
- Podrías ser un exorcista independiente no crees? - preguntó devolviendo su mirada.
La idea no era mala, podría ser un exorcista independiente y a la vez algo liado con la Orden, asintió a modo de aprobación a la idea ofrecida recientemente.
- ¿Tu vendrías conmigo? - preguntó sonriendo
Road se sorprendió e incluso se sonrojó un poco, mirando la sincera y linda mirada plateada del chico.
Sonrió avergonzada y lo abrazó, asintiendo.
- ¡Claro que iría contigo!, eso no se dudaría en lo más mínimo - Se notaba entusiasmo en su voz
Su abrazo fue correspondido de inmediato mientras el corazón de ambos aceleraba, adoraban su compañía mutua.
- Te amo - susurró a su oído
Se separó completamente sorprendida, encontrando su mirada plateada y nerviosa, con sus mejillas levemente sonrojadas y una tierna sonrisa dibujada finamente en su boca.
Dulcificó su mirada y mejoraron el momento uniendo sus labios en un beso que constaba de lo recientemente confesado.
Ambos quedaron paralizados, sorprendidos y con un solo dolor en el pecho del Noé.
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Balbuceó varias cosas en voz baja y retrocedió para después irse y volver a entrar en el sueño/dimensión de Road.
Tenía razón por completo, ella ya no le importaba el Noé, solo aquél chico humano. No pudo evitar sentir coraje y querer desaparecerlo pero...sabía que no debía hacer eso, ya serían demasiados problemas.
Una hora después Road entró y lo vió sentado en el piso, se acercó y él se levantó.
- Lograste cambiar de parecer - dijo viéndolo físicamente
- Sí, es mejor llevar la fiesta en paz, ahora....Mana y yo compartimos el mismo deseo, estar juntos - dijo en un suspiro
La chica sonrió y asintió, tenía razón y la verdad es que le agradó bastante ver que la amistad entre él y Cross Marian es la misma.
- ¿Qué pasará ahora? - preguntó incómodo de cierta forma
- Sal de aquí y ve hacia el comedor, los demás no tardan en llegar, tenemos que hablar de algo en el que tú estás involucrado - se puso más sería
Nea la miró igual, fijamente para después asentir y salir de mala gana encontrando al chico albino en el pasillo. Ambos se miraron con detenimiento, una incomodidad reinó en ese pequeño momento.
Decidió irse de una buena vez y tratar de olvidar aquella desilusión que sintió. Y la verdad es que Road tenía razón, lo suyo se rompió por su culpa.
Ya no podía hacer nada.
Tomó su lugar en la mesa y esperó, pronto comenzaron a llegar todos, tomando asiento y comenzar la charla.
