♦ Our way, my way ♦

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Después de aquella batalla, tomaron tres días de descanso, fue una pelea crítica.

Lverrier fue suplantado por ni más ni menos que Link, Howard Link. No le molestó tomarlo, era bueno, mientras que a Malcolm le hacían un expediente de los últimos años, decisiones tomadas por arriba del Papa, lo que se podría considerar un delito.

Pero ese era el asunto del Vaticano, se sorprendieron al saber la verdad sobre el Cardinal pero igual lo aceptaron.

Kanda obtuvo su nuevo título como general, Lavi decidió olvidar su corazón frío y Allen comenzaba a solicitar una plática importante.

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- Me alegra que estés bien -  dijo al notarla tan seria

- A mi también me alegra que todos estén bien -  dijo como respuesta, abrazando una de sus piernas

- ¿Qué tienes? No estás sonriendo -  cambió el tema

- No es nada Lavi...es solo que, siento como si algo muy importante fuera a pasar y...me afectará, no sé -  bajó su mirada

El chico reconoció con claridad a qué se refería, sí, tal vez fuera difícil, pero cada quien toma sus decisiones.

- No te angusties tanto, mira... -  hizo una pausa, tomó sus manos, levantándola del suelo y mirándola directamente a sus ojos  - Si sigues así, de verdad te afectará, tal vez peor de como lo imaginas pero...está bien, las cosas siempre pasan por algo -  dijo y le sonrió

Lenalee no correspondió igual pero lo aceptó.

- Eres muy bueno, Lavi -  dijo tomando sus manos con un poco de fuerza

El amor que tuvo que renegar estaba volviendo, sabía que eso lo haría débil pero...no podía seguir así.

Poco a poco la fue acercando a él, teniendo en mente todos los momentos que compartió con ella en especial. Sorprendiéndola.

 Sorprendiéndola

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- Lavi... - 

- Tú volviste mi sonrisa falsa en una de verdad...gracias -  dijo a su oído  - Te quiero un montón de mucho, y créeme que...eres lo que más me importa en ésta vida -  concluyó

Lenalee lo abrazó más, quedando de verdad, muy juntos. Aunque ese abrazo y esas palabras demostraban más, lo que la hizo sonreír.

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- ¿De qué quieres hablar? Siéntate -  preguntó Komui

Allen hizo caso y se mentalizó por unos momentos para después hablar.

- Quisiera ser un exorcista, tal vez, independiente -  respondió

Komui prestó más atención al escuchar esas palabras, pidiendo con su mirada confusa que expresara mejor su idea.

- Quiero seguir siendo un exorcista, pero ya no quisiera volver a la Orden, preferiría tener una parte de mi vida dedicada a lo que me gusta, puedes darme un golem y decirme si necesitas ayuda con algo, solicitarme o algo así -  concluyó

Komui asintió, entendía las razones de su decisión.

- ¿Te gustaría ser general? -  preguntó

Llamando la atención de Allen, viendo sus ojos sorprendidos.

- Eres un muy buen exorcista, puedes ser general y al mismo tiempo vivir tu vida como lo deseas -  propuso

- ¿Entonces sí puedo hacer eso? -  preguntó

- Es muy probable de que sí, lo comentaré con los altos mandos -  dijo y sonrió  - Tomará varios días -  agregó

- Está bien, gracias y lo pensaré, aún no creo sentirme listo para ser General -  dijo levantándose

- Tómate tu tiempo -

- Gracias -  y salió de la oficina

Se dirigió a su cuarto y quemó el primer dulce, el más pequeño.

Road sonrió, ella también había hablado ya y tenía permiso, tanto por el Conde como por Sheryl. Pronto el destino les abriría el paso a ambos.

Esperando tu llegada *Allen x Road*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora