Ya han pasado 7 meses desde que Road desapareció y ayudó a Allen a huir de la Congregación, pero varios problemas se le han presentado con el paso del tiempo.
Por otra parte, Allen echa de menos a aquella chica que aprovechaba cada momento para deci...
Al recibir la segunda señal, dejó su libro en su cama y se levantó, acuediendo al comedor donde la mayoría estaba pero los más importantes eran los que bastaban, como el Conde, Sheryl, Tyki y Wisely.
Solo bastó una mirada para que los cinco interpretaran las palabras que no diría de nuevo.
El Conde se levantó al igual que Sheryl para que ellos se acercaran a Road y se despidieran.
- Supongo que estás segura de hacer esto mi Road - la tomó por los hombros
La chica sonrió y lo abrazó como consuelo para ambos, sentía que se separarían en serio pero no sería así.
- Es lo que quiero, estaré bien y vendré a menudo, no te preocupes papá - dijo de forma sincera
- Mándale saludos al chico de mi parte, y dale esto seguro que le gustará - entró Tyki a la conversación mientras ofrecía un nuevo juego de cartas para Allen. Ella sonrió y lo aceptó, asintiendo y abrazándolo a él también.
Wisely solo la tomó por los hombros y revolvió su cabello, deseándole suerte a donde fuera y con quien fuera.
Por último, Mana y Nea, El Conde Milenario se acercó a ella y le entregó una pequeña maleta con algunas ropas que siempre le sentaban bien para toda ocasión.
Road la aceptó y abrazó a ambos.
- Volveremos a vernos muy seguido, familia mía - dijo entusiasmada y algo melancólica
Todos asintieron para después permitirle marcharse de una buena vez. Invocó su puerta y antes de cruzar hizo un ligero cambio para verse mejor presentada.
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Se fue alejando hasta que desapareció y la puerta se cerró, dejándolos atrás.
Llegó de inmediato a la Orden, de frente, se dirigió a la puerta principal y a un metro decidió esperar ya que los guardias eran bastante estrictos.
Pasaron algunos minutos y Allen salió de ahí, al mirarse ambos sonrieron y se acercaron, saludándose con un ligero beso para después tomar riendas del nuevo camino que compartirían los dos, acudiendo al centro de Londres para ver cómo comenzarían sus vidas de ahora en adelante.
