Ya han pasado 7 meses desde que Road desapareció y ayudó a Allen a huir de la Congregación, pero varios problemas se le han presentado con el paso del tiempo.
Por otra parte, Allen echa de menos a aquella chica que aprovechaba cada momento para deci...
El grupo de Tiedoll y de Krory se marcharon en la búsqueda a sus respectivos horarios.
Lenalee lo escuchó todo, no podía dormir así que decidió ir con Komui, no le importaba la hora ni nada, solo quería su compañía y ver si eso le ayudaba.
Se levantó de inmediato y dejó de pensar en ello para ir directamente, salió de su habitación sin cerrar la puerta y se adentró en el pasillo.
Poco después llegó a la oficina, entró silenciosamente sin tocar.
Komui estaba pensando, se le notaba estresado, al lado de él se encontraba una hoja, parecía que estaba escribiendo algo y del otro tenía una taza de café, no parecía ser tomada.
Ella se acercó y repentinamente Komui alzó la cabeza, angustiado por ver a su hermana ahí.
- ¿Pasa algo, Lenalee? ¿Qué haces aquí? - Se levantó de su lugar y fue directo a ella tomándola por los hombros.
- No...no puedo dormir - siguió con la mirada baja
- ¿Y eso? - preguntó con una sonrisa nostálgica
- No sé, tal vez...siento miedo por no encontrar a Allen - confesó
Komui la abrazó y ella correspondió de inmediato, se sentía sola y eso era justo lo que necesitaba, un abrazo.
- No te preocupes, seguro lo encontraremos, no pierdas la esperanza - acarició su cabeza
- Quédate en el sofá si quieres, en la mañana tienes que partir y es mejor tener energía para estar alerta -
Lenalee asintió, sonriéndo, abrazó de nuevo a su hermano y se recostó en el sofá.
Komui regresó a su lugar y dio un sorbo a su taza, siguió escribiendo algo.
De poco a poco, los ojos de la chica se cerraron, pudiendo dormir.
El sueño, su sueño de siempre se repetía de nuevo.
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Todos muertos, sin excepción, se quedaba sola, jamás le gustó la soledad...y el silencio de su corazón.
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La hacían callar, con la presencia de sus simples ojos dorados y su presencia atemorizante.
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Lograría destruir todo su ser y controlarlo a su gusto, haciendo que el mundo corra peligro.
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Despertó angustiada, seguía en el sofá, ahora la cubría una manta, ya casi amanecía.
Komui entró al lugar con una taza de café y la miró.
- ¿Dormiste bien? Ya casi es hora de partir Lenalee - Se sentó al lado suyo y acarició su cabeza.
Ella asintió y sonrió, se levantó y se dirigió a la puerta.
- Dormí bien, gracias y ahora me alisto, vendré a despedirme - Dijo y salió.
Se dirigió a su habitación, entró, la puerta estaba cerrada.
No recordó como la dejó, así que no le dió importancia.
Se alistó con su uniforme y peinó su cabello.
Se dirigió a la oficina y se encontró con su grupo ya reunido.
- Justo a tiempo Lenalee - mencionó Reever
- Hola - respondió
- Luces cansada - observó Jonny
- No hagas caso - sonrió
- Bien, último grupo, buena suerte y tengan cuidado, eviten tener contacto con los akuma o los Noé -
- Todo claro jefe, todo claro -
- Bien, entonces vayan - concluyó
Los tres se dirigieron a la puerta, Reever y Jonny salieron primero, Lenalee lo dudó un momento, se dió la vuelta y abrazó a su hermano.
- Volveré -
- Tienes qué, ahora ve, encuentren a Allen ya Kanda -
Lenalee asintió y se fue mientras a Komui se le comprimía el corazón.
- Confío en todos ustedes...chicos -
La búsqueda de Allen y Kanda daba comienzo en profundidad.
