El grupo reunido

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Pasaron las horas, todo el pueblo cercano al lugar destruido volvió a sus casas.

Kanda se dirigió a un lugar más sólo, encontró otra posada así que entró y pidió atención para Allen que aún seguía inconciente.

Pasó un día y fue donde Allen recuperó la conciencia.

Se levantó de donde estaba de forma brusca, mirando para todos lados, tratando de reconocer.

Kanda entró a la habitación y miró al chico, suspiró y se sentó al frente suyo.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde estamos? -

- Te quedaste inconciente, estamos en otra posada -  no quería mencionar lo de Keim pero tenía que, preguntaría.

- Vensimos  a los akuma, ¿Verdad? -

Kanda sólo asintió.

- ¿Keim y Samantha están bien? -  preguntó preocupado y mirando la puerta de la habitación donde estaban

Volteó de nuevo a ver a Kanda, seguía con la cabeza abajo y sólo suspiró.

- ¿Kanda? -  su mirada se opacó un poco

- En batalla ambas fueron asesinadas por un akuma, la inocencia cayó en tus manos -

Allen se quedó paralizado, buscó entre sus bolsas y ahí estaba la inocencia, reluciendo su color verde y en el centro un punsante color cereza que hacía la ilusión de que papitaba como un corazón.

Inevitablemente derramó algunas lágrimas, encariñarse era lo peor que podía hacer pero pasó.

Siguió mirando la inocencia, no lo quería creer pero, no había de otra.

- La inocencia impidió que murieras mientras estabas inconciente -  añadió, llamando su atención

- Dos akumas de nivel 4 se acercaron a ti pero la inocencia se iluminó y los hizo cenizas -  concluyó, dejándose llevar por el silencio y el pesar.

- Vámonos ya, tenemos que desaparecer de aquí -   se acercó a la puerta con Mugen ya en la mano.

- Claro -  respondió.

Guardó la inocencia en su bolsa nuevamente y se levantó.

Salieron de ahí y luego se adentraron en un lugar escondido de los ojos de las personas, era un pasillo oscuro.

- No me agrada del todo que siempre tengamos que ocultarnos - 

- Lo sé, a mi tampoco pero...no hay otra manera -  platicaban como comúnmente ya lo hacían.

- Yo conozco un lugar aún más solo -

Escucharon detrás.

Ambos se exaltaron y se pusieron en guardia.

- Tampoco me reciban así -  dijo

La voz se tornó familiar.

- ¿La...Lavi? -  preguntó el albino

- El mismo -  contestó sonriendo

- ¿Qué haces aquí? -  preguntó Kanda

- Lo mismo que ustedes, huyendo -

- ¿De los Noé? -  preguntó Allen

Lavi lo miró sorprendido y desconfiado.

- Sí, ¿Lo sabías? -  retrocedió un poco

- S..Sí, lo soñé antes de que nos...atacaran; Apócrifos tiene algo que ver -  bajó la mirada

- ¿Apócrifos? -

- ¿Ese? ¿Por qué? -  preguntó Kanda

- Lo vi cuando despertaba - justificó angustiado

- ¿Y ese quién es? -  preguntó Lavi comenzando a caminar

- Podrá ser increíble pero es el Cardinal -  su mirada plateada se volvió a apagar

- ¿Qué? ¿En serio? -

- Sí, él mató a mi maestro -

La expresión de Lavi lo dejaba claro, estaba completamente sorprendido y en el fondo, asustado.

- Bueno...a mi me alegra no verte como un Noé, en el Arca mencionaron eso -

Los tres comenzaron a caminar hacia ese lugar solo que Lavi conocía.

- Hacían preguntas sobre ti y si mi abuelo sabía que eras el decimocuarto, no dejé que dijera nada a pesar de que me hicieran daño -

Entraron en un callejón aún más oscuro a pesar de ser de día.

- ¿Y por qué? -  preguntó

- ¿Acaso no lo sabes? Porque eres mi amigo Allen, no iba a dejar que unos seres tan malos como ellos te atraparan para matarte, ah y por cierto...-

Hizo una pausa y se detuvo al final del callejón, sin salida.

- ¿Es verdad que tú..tienes algo con la Noé mayor? -  preguntó con cierto interés de molestar un poco.

Allen no contestó de inmediato.

- ¿Estás diciendo que vamos a pasar el tiempo en este callejón sin salida? -  Kanda se notaba irritado

- Claro que no ¿Qué cosas dices? ja ja ja es aquí -

Lavi señaló una de las paredes y con ayuda de Tittsui separó la pared y dejó ver una ventana.

Dejó que Allen la sostuviera un momento para abrir la ventana.

- Ahora entren - 

Lavi volvió a sostener la pared con Tittsui dejando que ambos chicos entrarán y al ser así, el entró y desactivó su inocencia, quedando completamente escondidos.

Adentro, la casa o refugio estaba muy bien cuidado y limpio, como no entraba polvo por ninguna parte, eso explicaba sus condiciones.

- Bueno, no me has contestado -  rodeó los hombros de Allen, abrazándolo y acercándolo más.

Dudó por un momento pero decidió decir la verdad y lo que ahora pensaba.

- No sé si es una relación, pero si la quiero, aunque no sé si ella me quiere a mi o...a Nea -  su mirada bajó

- Ya veo, bueno, no te deprimas, cuando la veas pregúntale -

- Ni siquiera sabemos si ya volvió -  Kanda se sentó en uno de los sofás, mirando los costados de la casa y a sus dos compañeros.

- Apócrifos la golpeó, ella recibió un golpe que era para mi y después desapareció -  frunció el ceño al recordar eso.

- Bueno, si en cierta forma se sacrificó por ti..¿Eso no te dice algo? -

- Nunca lo pensé con seriedad -  un nudo en la garganta le impidió hablar más, así que fue a ver dónde era la cocina para obtener un vaso de agua.

Los recuerdos y creencias lo volvían loco, dudaba de más.

Esperando tu llegada *Allen x Road*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora