Corazón Escarlata

Capítulo 1 (Kardia)

En un lejano Reino perteneciente a la familia Real Caristeas, lloraba desconsoladamente el hijo menor de ese matrimonio.

Su hermana se desvanecía poco a poco debido al hechizo que recibió, se llevó la mayor parte del impacto tras proteger a su hermano. Pero no fué impedimento, también recibió parte de ese ataque...
Aquella ocasión ambos hermanos salieron tras un pequeño animalito que les llamó la atención y los llevó adentrándose a lo más profundo del bosque.
Eran unos jóvenes adolescentes que solo salieron a distraerse un rato, sin saber que serían atacados por una hechicera en especial que le tenía cierto odio al Rey...
Ahora sus padres trataban de buscar una solución para aquél mal que la aquejaba.

Flashback:

-¡Esto es inaudito!- Gritó el padre de los jóvenes. Él era el Rey de ese lugar.

-Tranquilizate amor, necesitamos buscar la cura para nuestra hija, de lo contrario  Calvera morirá- Respondió la madre tratando de tranquilizar a su esposo pero era en vano, su preocupación era inmensa, no le gustaba ver a sus hijos sufrir.

-Como voy a estar tranquilo ellos hechizaron a nuestros hijos haciéndolos sufrir con las llamas que consumen su corazón-

-¡Esto es tu culpa! Son seres como nosotros, dales una oportunidad... Debemos buscar alguien que nos pueda ayudar, quizá otro hechicero que contrarreste el fuego que envuelve el corazón de nuestros hijos... Alguien que revierta el hechizo-

El padre estuvo por decir algo más cuando de pronto algunos hechiceros que vivían cerca de esa región comenzaron a atacar el reino de Caristeas con sus mejores técnicas mientras se aproximaban al Reino.

Desde hace tiempo atrás pedían que fueran tratados por igual, ya que siempre han tenido que estar detrás de las sombras solo por ser diferentes a los demás, pero el Rey de Caristeas se negaba rotundamente, lo veía como unos seres que necesitaban desaparecer de la faz de la Tierra.

-¡Te dije que no se puede confiar en ellos, están destruyendo nuestro reino!- Gritó furioso el rey.

-Deja de quejarte y hablemos con ellos... La vida de nuestros hijos depende de ello- La Reina trató de salir del castillo para poder hablar con aquellos magos y hechiceros que destruían todo a su paso.

El Rey fué tras su esposa, sin embargo la torre más alta del castillo se fué desprendiendo debido a los ataques de los rebeldes y fué cayendo sobre ellos.

El rey trató de hacer un lado a su querida esposa pero no tuvieron tiempo de correr, aquella estructura los aplastó, dejándolos sin vida...

Los hermanos solo pudieron ver a través de su ventana temerosos como sus padres perdieron la vida en esos momentos. El único consuelo que les quedaba era abrazarse mientras lloraban desconsoladamente.
No pudieron correr tras ellos, el dolor ardiente de su corazón no les permitía correr. Se sentían débiles e inútiles al no poder hacer nada contra aquellos hechiceros que trajeron su desgracia a ese reino.

Fin flashback.

Habían pasado varios meses, después de la pérdida de los reyes, Kardia había cambiado su semblante, ahora se había vuelto más impulsivo y orgulloso. Tomó el lugar que le pertenecía a su padre y comenzó organizar a su gente para volver a la normalidad al reino, después de los disturbios ocasionados por los hechiceros.

Quería olvidar a toda costa su pasado, su mundo ahora era Calvera, pero cada vez empeoraba su vida.

Ambos hermanos se encontraban en la recámara, Calvera sentía una sensación de calor proveniente de su corazón que afectaba drásticamente su cuerpo.

Kardia cuidaba de  Calvera, trataba de hacer lo que podía desde paños húmedos en su frente, como colocarle agua fría directamente pero era en vano, la fiebre no cedía tan fácil.

-Kardia- Susurró con pocas fuerzas Calvera mientras tomaba la mano de su hermano.

-Calvera, no hagas esfuerzo por favor, te prometo que te recuperarás, no me dejes- Pedía sollozando, si a su hermana le pasaba algo malo, se quedaría solo.

-No  soporto este dolor...- Se quejó cerrando sus ojos, tratando de controlar su dolor que la consumía por dentro.

-Buscaré quien te pueda ayudar, mamá dijo que necesitamos alguien que puede revertir el hechizo-  Kardia salió corriendo de la habitación para poder buscar a alguien, pero al llegar a la puerta de castillo, se encontró con los guardias, la mayoría habían caído en batalla tras la rebelión de los hechiceros aquella ocasión que sus padres perdieron la vida, se acercó a ellos para pedirles un gran favor.

-¡Hey!- Llamó Kardia gritando.

-Qué se le ofrece su majestad- Respondieron los guerreros corriendo a su llamado de su superior mientras hacían una reverencia.

-Necesito que vayan tras los hechiceros,  tienen que pagar por lo que hicieron, Calvera está muriendo y todo esto es culpa de ellos. Traíganme al más poderoso de ellos para que puedan curar a mi hermana- Respondió Kardia.

-¡Sí su majestad!- Contestaron al unísono y tomaron sus lugares para ir en busca de ellos.

Kardia estaba por entrar de nuevo al castillo pero fué detenido por su mensajero quien traía una carta con urgencia.

-Su majestad, le ha llegado una carta- Contestó haciendo una reverencia entregando aquel papel.

-Gracias, puedes retirarte- Respondió mientras abría ese sobre. No era algo de preocuparse, era un aviso de su herbolario real.

Su majestad Kardia, me permito enviarle esta carta para informarle que no he tenido éxito en encontrar algún remedio herbolario que pueda curar aquel sufrimiento que alberga su corazón.
Seguiré en mi búsqueda para tratar de encontrar con éxito una solución para revertir aquel hechizo de cual es prisionero injustamente...

            Su fiel servidor: Albafica.

Kardia tomó nuevamente esa carta y la dobló. Cada día que pasaba le desesperaba no poder encontrar una cura o algo que simplemente pueda calmar su corazón que arde llevándose consigo el sufrimiento de su cuerpo elevando su temperatura de manera impresionante.

-Esos hechiceros- Se quejó molesto y nuevamente entró a su castillo.

Lo que jamás se esperaría es que su hermana había muerto.

Solo se oyó el eco de un grito acompañado de sufrimiento, Calvera había partido de este mundo...