°MÉXICANITA°

24.

-¿Qué nota sacaste?-le pregunté a Facu que veía el exámen.

-3.9-dijo orgulloso-¿Tú?

-4.0-empezamos hacer un pequeño baile.

-Debemos celebrarlo, vamos con Fran y Marco a por unas cervezas-salimos del salón mientras el me pasaba sus brazos por los hombros.

-Sería increíble-lo abracé.

-Alex-la gruesa voz de Marco hizo que me separara de Facu-vamonos.

-Amor saqué 4.0 en el exámen-le mostré el papel.

-Felicidades-dijo serio-al auto.

-Pero había quedado con Facu para ir a tomar unas cervezas-dije con una sonrisa-vamos que también va Fran.

-Alex, quiero llevarte a comer por tú calificación-bajó la mirada-pensaba que sería lindo tener un rato a solas.

-Oww cariño-le alcé la mirada y lo besé-tienes razón. Facu lo dejamos para después.

-Bien...-apretó los labios-nos vemos.

Se fue de ahí sin decir más nada.

-Que raro, Facu nunca se va sin darme un abrazo-empezamos a caminar hasta el auto.

-Mejor así-me abrió la puerta-aveces te toca mucho.

-¿De qué hablas?-pregunté cuando entró al auto.

-Que Facundo debería pensar primero antes de tocar tanto a la novia de alguien-empezó a manejar.

-Es mi amigo amor, es normal que sea así-reí-además está con Fran.

-Dejate de bobadas que un hombre siempre busca más de lo que tiene, algo mucho mejor para complementar-su comentario me había dolido un poco.

-¿Todos Marco? ¿Hasta tú?-rió.

-Eso depende de ti Alex-me miró-por eso debes ser buena novia.

-¿Acaso no lo soy?-mis ojos se humedecieron.

-Podrías mejorar-hizo una mueca-por eso debes hacer cosas diferentes cada día, debes enamorarme.

-¿Y tú a mí no Marco?-alzó una ceja.

-Alex cualquier chica quisiera estar en tú lugar, no tengo la necesidad de hacer mucho-estacionó en un restaurante-no todas pueden decir que son novias de Marco Bianco. Además, sabes que hay muchas bellezas dentro y fuera de la universidad.

Salió del auto. Enserio mi corazón dolía muchísimo. Bajé lentamente, el ya había entrado al restaurante.

-Vaya pensé que creías que era autoservicio-me senté en la silla algo enfadada.

-Buenas tardes, bienvenidos a Il mare. Nuestros especiales con sopa de cangrejo, salmón asado y ensalada marinera-dijo el mesero con una voz muy suave.

-Me un salmón y para la señorita una ensalada-le entregó la carta sin dejarme ver-además una copa de vino blanco y un vaso de agua.

-Con gusto-se retiró amablemente.

-¿Por qué me pediste ensalada?-crucé los brazos-y agua. No voy a quedar llena, no soy una vaca.

-Pero pareces Alex. Enserio no sé qué te está pasando pero estás un poco pasada de peso, te estoy haciendo un favor al pedirte la ensalada-me guiño el ojo-además trae un poco de atún, quedarás llena.

No quise decir más nada.

-Iré al baño-me levanté y caminé rápidamente hasta el lugar. Cuando estuve ahí me miré en el espejo, las lágrimas bajaron poco a poco-cielos tiene razón-me toqué una pequeña pero abultada lonja que sobresalía por la camisa-soy una vaca.