°MÉXICANITA°

33.

-Hija no sabes lo feliz que estoy de verte-mi mamá me abrazo fuertemente-Dannita y tú están preciosas.

-Te extrañamos mucho mami-le dijo Danna.

-Mi pequeñas-las dos nos tiramos a los brazos de papá.

-Mira que guapo-se había cortado el cabello de una manera diferente-me gusta ese cambio.

-Es que tú mamá es hermosa, debo estar a su nivel-reímos-¿y ese quién es?

Aron estaba a unos pasos de nosotros con sus manos en los bolsillos.

-Es un amigo-me acerqué a él y lo tomé de la chaqueta-Aron mi papá, mi papá Aron.

-Un gusto señor-estrecharon manos.

-Olé-dijo mi papá haciendo un acento español bastante malo.

-Si papá, en España no usan eso todo el tiempo-dijo Danna burlona.

-Como sea-viró los ojos-¿y este amigo es muy amigo de las dos o...?

-Amor, mejor vamos caminando al carro que seguramente vienen cansados del viaje-dijo mi mamá lanzándome una mirada cómplice.

-Bueno. Vamos tío-y siguieron los malos acentos.

-¿Hasta cuando voy a dejar de ser tu amigo?-me susurró Aron.

-Calla que te pueden escuchar-le di un codazo.

Caminamos al auto y nos subimos después de guardar las maletas.

-¿Cómo van las cosas con la serie Dannita?-preguntó mi mamá.

-Ni te lo imaginas ma. Todo va viento en popa, somos muy reconocidos ya-dijo mi hermana feliz.

-Aveces la vemos con tu madre-esta vez habló mi papá-tú eres Ander, ¿cierto?

-Si señor-la voz de Aron sonaba un poco temblorosa.

-¿También te gustan los hombres en la vida real?-abrimos los ojos.

-¡Papá!-regañe.

-No te preocupes-dijo Aron mirándome-Señor a mi me gustan mucho las mujeres.

-¿Y tienes novia?-volvió a preguntar mi papá.

-Estamos todavía en plan de amigos-mi cara estaba muy roja, enserio que quería que me tragara la tierra.

-Muchacho te daré un consejo. Las mujeres son mucho más fuertes de lo que creemos, aveces sobrestimamos y no notamos lo grandiosas que son. Cuando conocí a Patricia ella salía de una pésima relación, enamorarla fue un reto pero valió cada segundo porque ahora la tengo a mi lado.

-Creame que por ahora pienso esperarla el tiempo qje sea necesario-Aron me apretó la mano disimuladamente.

-¿Podemos hablar de otra cosa?-mi cara de verdad parecía un tomate y quité mi manl rápidamente.

-Seguro hija. Ahora que lleguemos a la casa prepararemos un asado, la piscina está perfecta para un día tan caluroso como hoy-note que faltaban solo unas cuadras para llegar.

-Las habitaciones están arriba Aron-dijo mi mamá-niñas lo ayudan a acomodarse.

-Si señora-los tres nos disponíamos a subir las escaleras.

-Cuando termines de acomodarte bajas enseguida que necesito hablar contigo Alexandra-solo asentí con la cabeza. Cuando mi mamá decía eso era porque se venía un buen regaño.

-¿Crees que sepa?-preguntó Danna.

-Ni lo dudes-dije suspirando.

-¿Estarás bien?-me preguntó Aron cuando entramos a su habitación. Danna se había ido a la suya.