°MÉXICANITA°

36. [FINAL]

Lo romántico sería decir que siento maripositas en el estómago, pues yo ahora mismo tengo un t-rex acabando con el mío.

-¿Ya vas a salir?-preguntó Danna.

-No-chille de dolor. Hace media hora estoy sentada en el retrete, me había pillado una diarrea horrible después de tomar agua de pepino con fusión de rosas.

-¿Por qué tuve que beber eso?-chille por el dolor estomacal.

-Tranquila, mi mamá trae un té de manzanilla en unos minutos-respiré profundo para calmarme. Esta noche no podía pasarme esto.

-Hija sal-hice un esfuerzo para no hacerme en los calzones y salí-tomate esto junto a esta pastilla y te recuestas.

Hice lo que me pidió. Faltaba dos horas para verme con Aron y yo no me había empezado a arreglar.

-No te preocupes por la hora, trata de estar bien-dijo Danna.

Me recosté y ellas salieron del cuarto. Puse una película para distraerme, los calambres continuaron pero iban poco a poco cesando, para cuando iba en la mirada de la película Danna volvió a entrar.

-¿Cómo te sientes?-se sentó a mi lado.

-Mejor-sonreí-voy a ducharme.

-Limpiate bien ese culito que hoy será de Aron-mi mamá entró a la habitación con los ojos MUY abiertos.

-¡DANNA PAOLA!-la regañó-no le digas esas cosas tu hermana

Si supieras mamá...

Ignoré la mini pelea y me metí al baño. Jamás me había puesto tanto jabón corporal como hoy.

Salí y Danna ya estaba calentando la plancha de cabello mientras mi mamá colocaba el vestido sobre la mesa.

-Mamá, ¿Podrías traerme un vaso de jugo? Es que tengo la garganta seca-empecé a buscar ropa interior decente mientras mamá salía-ey.

-¿Ah?-saqué un tanga negro.

-Toma-me dio una bolsa azul. Saqué su contenido y abrí mi boca muy sorprendida-pontela antes de que llegue mi mamá.

Era un topless de encaje de color rojo y un poco transparente en la parte de los pezones junto con un hilo del mismo color que apenas cubría mi parte baja.

-Eres la mejor-la abracé y me apresuré a colocarlo. Cuando mi mamá entró ya tenía mi bata puesta para maquillarme.

Danna aliso mi cabello y maquillo muy tenue. Mis labios se veían muy provocativos, me encantaba como estaba quedando.

-¡Hora del vestido!-dijo mi mamá emocionada. Me metí al baño con el para que no me viera la lencería.

-Perfecto-me miré en el pequeño espejo y salí.

-Te ves hermosa-mi mamá me abrazó-los zapatos.

Me los puse y Danna me llevó hasta el espejo.

-Aron va a babear-reí.

Escuchamos el timbre de la casa. Es hora de irme.

Tomé mi cartera en la que llevaba labial, mi celular y unos condones que mi mamá me obligó a colocar después de escuchar lo que Danna decía sobre mi trasero.

Bajamos las escaleras, mi papá veía un partido de fútbol en la televisión. Se giró un poco y cuando me vio se levantó enseguida.

-Mira no más, te ves preciosa-besó mi frente.

-Mira-Danna me mostró su celular. Era Ester en videollamada.

-¡Rubia!-saludé.

-¡Guapa! Mira no más como te ves, mi amigo va a quedar como idiota.