°MÉXICANITA°

34.

Aron.

Me levanté por unos ruidos en la plata baja de la casa. Alcé mi cabeza y la giré hacía el reloj quw tenía al lado. /8:32am/

Ya era hora de despertarme, estaba en una casa ajena y no es bien visto dormir hasta tarde.

Me metí al baño para asearme. Ayer había sido un día increíble, la familia de Alex es fenomenal y me hicieron sentir en casa y lo más feliz de todo es que ayer escuché a Alex decirle a Danna sobre que ya quería formalizar lo nuestro, no dije nada para darle una sorpresa a mi mexicanita.

-Buen día-saludé a la señora Patricia que hacía el desayuno.

-Hola Aron-ya estaba más relajada conmigo.

-¿Dónde están los demás?-pregunté al notar que eataba sola.

-Fueron al super un momento-me sirvió una taza de café.

-Señora Patricia me gustaría que habláramos de Alex-me miró atenta-creo que ha llegado el momento de ponerle sello a las cosas y hacerlas oficiales.

-Dios...-su sonrisa era inmensa-es una excelente decisión.

-Pero quiero que sea algo especial-escuchamos la puerta principal abrirse.

-Después hablamos-dijo bajito. Los tres llegaron con muchas bolsas en las manos.

-¡Aron, muchacho!-Juan me dio un abrazo (ayer había insistido en que no le dijera señor)-¿dormiste bien?

-Muy bien, la cama estaba perfecta-saludé a Danna y Alex de beso en la mejilla.

-Me alegro mucho. Hoy vamos a irnos de turistas así que prepárate-dijo emocionado.

-Me parece increíble-sonreí.

Comimos rápidamente el desayuno y nos alistamos para salir. Alex y yo no habíamos tenido un momento para hablar solos, ahora mismo estaba recostado en mi hombro durmiendo.

-Hoy vamos a visitar el ángel de la Independencia-informó Danna.

El camino fue muy silencioso ya que escuchamos las noticias por la radio, según tengo entendido a Juan le gustaba mucho escucharlas así. Solo hablábamos para hacer algún comentario de economía o deportes

-Mira no más que belleza-dijo Juan cuando nos bajamos del auto.

La estatua era muy grande. La mirada de Alex se iluminó, a ella le encantaba su país.

Nos tomamos muchas fotos.

-Les tenemos una sorpresa-dijo la señora Patricia-Juan consiguió un permiso para subir al mirador que hay aquí, así que vamos para allá.

-Que super mami-Danna se adelantó con sus padres dejándome sólo con Alex.

-Hoy te me has escapado-le susurre.

-Me hace mucha falta no besarte-hizo puchero.

-Esta noche espérame en tu habitación-nos sonreímos cómplices y apuramos el paso para alcanzarlos.

Eran muchísimos escalones.

-¿Por qué carajos pedí permiso pars esto?-se quejó Juan como por sexta vez.

Todos estábamos cansados pero cuando llegamos supimos que valió la pena. La vista era algo totalmente hermoso.

-Que lindo se ve todo desde aquí-dijo Alex.

-No puede ser que jamás hayamos venido-esta vez fue Danna.

Nos tomamos muchas fotos también ahí y volvimos a bajar.