25.

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-Hola hermosa-me dijo Miguel cuando entré al auto.

-Hola mi amor-le di un beso en mejilla-me alegra verte.

-Y a mí-empezó a manejar-cuéntame como va todo.

-Excelente-traté de sonreír pero salió más como una mueca.

-No parece-frunció el entrecejo.

-Seguro que si...anda, cuéntame como pasó lo de Aitana-se sonrojo.

-Fuimos a cenar, al salir del restaurante nos pillaron unas fans y tuvimos que escondernos en un hostal cerca,ahí pasamos la noche hablando y tomando vino y sin pensarlo le pregunté-dijo emocionado. Sabía todo lo que Aitana le provocaba y me alegraba que estuviera así de feliz.

-Ella me cae super bien-una notificación del celular hizo que lo desbloqueara. Marco.

WhatsApp.

-¿Dónde estás?

-Salí con Miguel a almorzar.

-Ah mira no más, que linda. Mientras que tú puto novio te vino a buscar y está esperando a que salieras la muy zorra se va con su supuesto mejor amigo.

Me había molestado muchísimo así que guardé el celular y lo dejé en visto.

-Alex dime que pasa-se veía preocupado-no te ves feliz y tampoco tienes ese brillo en los ojos.

-Tranquilo-le sonreí.

No dijo más nada y nos dedicamos a escuchar la radio hasta que llegamos a un restaurante de comida Tai.

-Sé que no me dirás que pasa pero ten por seguro que estoy aquí siempre-dijo antes de bajarnos del carro.

-Gracias cari-apenas toqué la acera mi celular vibró-adelantate que voy a responder una llamada.

-Vale-esperé que entrará para responder,sabía perfectamente quién era.

-Ajá.

-Sube al auto.

-¿De qué hablas Marco?-miré a todos lados y en la esquina vi el vehículo estacionado-hoy estoy con mi mejor amigo.

-No, hoy vas a estar conmigo como tienes que hacer todos los malditos días. ¡SUBE AL PUTO AUTO SI NO QUIERES QUE VAYA POR TI!

-Te comportas como un demente-dije asustada.

-Bien, no vengas pero apenas termines ese almuerzo le pides que te deje en mi casa.

-Me voy a demo...

-¿Prefieres ir voluntariamente a mi casa a que te saque así sea a las mechas de ese restaurante Alex?

-Nonono. Como y enseguida voy para allá.

-Bien.

Colgó la llamada y vi como el auto se alejó.

Mi corazón latía con fuerza, todo el cuerpo me temblaba. Traté de relajarme y entré al restaurante.

-Casi que como sin ti eh-dijo burlón- pedí pad tai y pad siuw.

-¿Y eso es...?-me senté.

-Ni puta idea pero los dos tienen pasta y tú amas la pasta así que el que se te antoje más te lo comes-me enterneci por su comentario. Hace mucho no se preocupaban así por mi.

-Gracias-se me aguaron los ojos.

-Ey-me acarició el rostro-dime que tienes.

-Sólo es Marco-dije suspirando-las cosas están difíciles.

°MÉXICANITA°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora