°MÉXICANITA°

30.

-Recuerden que mañana es el último examen, dependiendo de todas sus calificaciones podrán librarse de este semestre-todos escuchábamos atentos. Me sentía tranquila, mis notas eran muy buenas.

Cuando la clase acabó caminé hasta la entrada, Danna me vendría a buscar porque vamos a comprar los tiketes para las vacaciones. Estoy tan emocionada por ir a México otra vez.

Antes de salir me metí al baño para retocar un poco mi maquillaje.

-Vaya vaya, hasta que por fin te dejan sola-me quedé como piedra cuando vi a Marco por el espejo-no nos querían dar un tiempo para nosotros, amor.

-Déjame en paz-me giré y lo miré directo a los ojos-acepta las cosas, no te quiero tener cerca mío.

-¿Pero si quieres tener al imbécil de Aron cerca? Por Dios Alexandra, soy mucho más guapo y rico que él-cruzó los brazos-sé que no te gusta y que no me has podido sacar de tú mente.

Se me acercó hasta acorrarlame en los lavabos.

-¡SUELTAME!-lo empujé lejos de mí-no te tengo miedo cabrón, una persona como tú lo que da es pena.

-No sabes lo que dices-su mandíbula se tensó-dime por qué no estás con Aron si tanto te gusta.

-Porque Aron es muy diferente a ti. El siempre se ha mostrado como es aún con sus imperfecciones y la única puta razón por la que aún no estoy con él es porque acabo de salir de una maldita relación tóxica contigo, imbécil. ¡YA ESTOY CANSADA DE TI!-lo fui empujando-me hiciste sentir menos, me manipulaste, me heriste y ya no voy a permitir que lo sigas haciendo. No te juzgo, porque nunca has tenido amor, jamás has tenido un amor como el que me da mi familia, amigos o Aron, por eso siempre viste estúpida la forma en que me cuidaban. Lo hubieras podido tener conmigo, pero la cagaste hasta el fondo.

Sus ojos estaban aguados, sabía que le había dado por dónde era. Cogi mi bolso y me dirigí hacia la puerta.

-Y una cosa más...deja de meterte con mis amigos y con Aron, no me llegaste a conocer bien y cuando se me sale la puta mamona que hay dentro de mí nadie la detiene y defenderé a las personas que amo cueste lo que me cueste-mi respiración era acelerada.

Salí antes de que me pudiera decir algo. Mi cuerpo temblaba y sentía como mi alma se había liberado un poco.

-¿Qué pasa contigo?-me preguntó Danna cuando entré al auto-estás rojisima.

-Acabo de decirle a Marco todas las verdades-me sonrió.

-Yo sabía que lo idiota se te iba a quitar en algún momento-empezó a manejar.

-Ja ja-viré los ojos-no sabes lo bien que me siento.

-Es que hijole te estabas tragando todo-suspiré.

-Me alegro no llevar a Marco con mis papas.

-El cabrón fingía bien, de seguro que se ganaba a mí mamá enseguida-reí.

-Tienes razón-me sorprendía lo ciega que fui.

Llegamos al aeropuerto y enseguida fuimos hacer la fila para comprar los tiketes.

-Aron me comentó que pasará vacaciones aquí-dijo Danna de repente-sus padres irán a un crucero o algo así.

-¿Se quedará casi un mes sólo?-frunci el entrecejo.

-Eso parece-avanzamos hasta donde estaba la chica que atendía en el mostrador de la aerolínea.

-Bienvenidos a la aerolínea vuela, ¿que desean?-nos mostró su hermosa sonrisa.

-Necesitamos dos tiketes para México, preferiblemente para la semana que viene-la chica dirigió su vista al computador.

Mientras Danna y ella hablaban una idea pasó por mi mente.