Capitulo 13.

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Adora no supo reaccionar ante la noticia, su parte racional la hizo mantenerse quieta en su lugar por unos segundos y por otros segundos su lado emocional la hizo moverse dudosa para acercarse a la mujer que decía ser su madre, sus demás compañeros al escuchar lo que dijo la reina Marlena bajaron sus defensas y se alejaron un poco de Adora apara darle espacio con su progenitora, Adora sin embargo, tras su momento de duda volvió a quedar en su lugar helada.

¿Cuántas noches no se quedo desvelada pensando en su familia cuando Shadow Weaver le dijo la verdad de su existencia? No podía contar las veces que se pregunto si tenía hermanos, el nombre de sus padres, si estos estaban vivos o no, las veces que se pregunto que características había sacado de sus padres,si la extrañaron alguna vez.

Su madre la rodio con sus brazos y entre lagrimas silenciosas la apretó contra ella, para Adora el gesto de esta, casi total, extraña era cálido pero a vez extremadamente lejano, pero era de esperarse si la estaba abrazando una persona como ella, alguien tan cercano así misma y que paso toda su vida lejos, el rey repitió la acción de su esposa y abrazo a su adorada hija.

La confundida rubia se sentía muy ajena a estas personas pero por un momento trato de ignorar las advertencia de su cabeza y los abrazo.

No mucho tiempo después los amigos habían sido divididos, Adora estaba en una enorme habitación junto a su mamá la cual estaba ajustándole un vestido pomposo color rosa.

- Te ves hermosa hija -dijo la mujer admirando lo que había hecho.

El cabello de Adora estaba hecho un recogido con flores por su cabeza y unos rizos a los lados de sus orejas, ella solo podía pensar en lo incomoda y ridícula que se veía, es que ni siquiera su cabello estaba sencillo.

- Ammm, disculpe reina Mar... amm Madre -dijo lo último algo trabada, la nueva palabra sonaba rara en sus labios-. No quiero ofenderla señora, pero este vestido es mucho para mí.

- Claro que no hija, eres una princesa real en nuestras tierras, no lo olvides, debes verte como una, un hermoso vestido y -la mujer saco una tiara dorada que coloco sobre la cabeza de su primogenita-... tu tiara.

- Si -dijo Adora volviendo a verse en el espejo aún totalmente incomoda-. No me niego a sus reglas como princesa pero creo que hay otro tipo de vestidos, este es exagerado, incomodo, no me puedo mover y pesa más que un caballo -lo cierto es que exagero con lo último pero le resultaba muy molesto-, no es agradable a la vista, digo a usted se le ve muy bien un vestido de este tipo, mas considero que no en mí.

La mujer la vio por unos segundos analizando sus palabras y suspiro afirmando con la cabeza.

- Tal vez le falta una cola más larga y zapatillas de tacón más altas -como le pusieran unos centímetros más la pobre de Adora se mataría contra el suelo, no es que no supiese manejarlos ni que no pudiese con la altura, pero usarlos junto a una vestimenta así no iba a resultar bien.

- Con algo de suerte el vestido amortiguará mi caída -susurro Adora algo cohibida, se sentía mal y avergonzada, la mujer a su lado la hacía sentir incomprendida.

Aparto su vista del vestido en el espejo cuando escucho otro suspiro de la mujer, la vio por el reflejo, parecía llevarla mal, se acerco de nuevo a su hija y tomo su mano.

- Disculpame, han sido muchos años lejos de ti, nunca pude ser tu madre, imagine muchas veces tenerte para poder cepillar tu cabello en las mañanas y vestirte para los bailes, no sé nada de ti, así que por favor tenme algo de paciencia, le pediré al modista después de la cena que tome tus medidas y tu le dirás como prefieres tu vestido.

Adora se sintió algo más aliviada tras las palabras de su madre y la abrazo por un momento dándole comprensión, eso no quitaba lo incomoda que iba a estar esa noche con ese largo y acholchonado vestido, pero al menos sería mejor al día siguiente.

Luego de un momento llegaron al salón principal donde iban a celebrar una fiesta por el regreso de la princesa Adora, sonrío al ver a sus amigos y a su novia en la mesa principal, prácticamente corrio a sentarse al lado de Catra, ambas al verse no pudieron aguantar la risa.

- Te ves ridícula -digo Catra tras tomar un pequeño aire de la risa.

- No hables demasiado, ese vestido amarillo no te va, parecer una lampara -dijo Adora cuando ya estaba bien sentada en su lugar aún riéndose tras ver a su novia en esas ropas-. Por Ethería, estos vestidos son tan extensos de tela que podría hacer una cama con ellos -dijo Adora cubriendo su boca para no reírse demasiado.

-Eso es cierto -empezó a hablar Glimmer uniéndose a las risas-. Catra se cayó... -trataba de no reírse mientras lo contaba-. Y quedo como si estuviese sobre una silla.

- Es lo único bueno que tienen estas cosas, es más cómodo sentarse sobre ellos que en estas sillas, Adora si estos vestidos son ridículos hasta para la princesa que nació en cuna de plata, ¿cómo que es que estamos usando esto? -dijo Catra fingiendo horror.

- Ay, no exageres, Entrapta también es princesa desde niña y parece llevarlo bien -dijo Adora sin haberla visto realmente, las tres voltearon a ver su compañera que parecía examinar el vestido con curiosidad, viendo las diferentes telas de su vestido que tenía tres colores distintos.

Estiró un poco de la tela y se la puso muy cerca en la cara a Hordak agitándola diciéndole algo, él miró la tela igual de confuso negando con la cabeza.

- Está bien, oficialmente estos vestidos son un desastre -se burló Catra, hasta Entrapta parecía querer buscarle un sentido a la vestimenta y el exceso de telas.

Adora de estaba riendo del comentario de su novia hasta que un golpe en la mesa hizo sobresaltar a las tres amigas y a un Bow en traje que desde el inicio había estado observando el lugar muy concentrado.

Todos voltearon a ver a la reina, quien había dado el golpe, el resto de la gente con su bullicio no habían prestado atención al arrebato de la gobernante.

- Adora, siéntate erguida, compórtate y no te rías así -dijo la mujer como una orden, la chica miró a sus amigos con los ojos muy abiertos por la sorpresa, los susodichos le devolvieron el gesto totalmente confundidos-. ¡Ahora! -otro golpe en la mesa hizo que la chica inmediatamente se pusiera recta y se maldijo mentalmente por eso.

Haber estado desde niña siguiendo órdenes como un militar tenía sus consecuencias.

¿Porqué no lo noté? Adora me necesitó...


[La primera tiara que le dan a Adora]

[La primera tiara que le dan a Adora]

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No lo permitiré. [Spoilers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora