𝐎𝐧𝐜𝐞 𝐀𝐠𝐚𝐢𝐧 || Jasper Hale & Edward Cullen

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Pressure pushing down on me

Pressing down on you, no man ask forUnder pressure that burns a building downSplits a family in twoPuts people on streets

Under Pressure - Queen & David Bowie 

          UNA PARTE DE ELLA iba extrañar ver aquellos paisajes pero también le alegraba volver al lugar donde paso más tiempo de niña, el azulado de sus ojos se reflejaba en el gran ventanal de su cuarto permitiendo ver las calles de la ciudad cubierta de nieve. Una pequeña sonrisa se marco en sus labios observando a unos niños jugar, si la hubieran dejado salir seguro estaría recorriendo cada lugar como despedida pero tenía dos problemas; no puede dejar la habitación, tenía bastante adrenalina y euforia por volver Forks que hacían que rascara sus muñecas

—¿Estas despierta?—Una muchacha de cabello corto rojizo entro junto dos tazas de café—Veo que hasta te guardaste las toallas—Rió yendo hacía su lado dándole una de las tazas.

—Es que no sabía que guardar, además mi nana hace unos días me menciono que también iba a volver una vieja amiga—Aquella joven de melena rojiza se levanto de su lugar dejando ver un pijama rosado con osos haciendo que su niñera sintiera ternura—Aunque si se que va a ser raro, normalmente todos allá usan colores apagados—Señalo sus maletas tonos pastel  que dentro guardaban prendas en cada color que existiera y miles de estampados.

—Eva debes dejar de pensar eso, eres única—Sin más la mencionada se tiro en sus brazos, la castaña dio un gran respiro—Tus padres no podrán llevarte al aeropuerto—Susurro.

Sus padres padres trabajaban en vienes raíces así que les permitía viajar por todo el mundo pero Evangeline nunca podía estudiar así que tenía que hacerlo mediante redes, de niña solamente pudo vivir 9 años en Forks así que era lo más cercano a un hogar. Al cumplir los 10 se marcharon de ahí y contrataron a Talia, su niñera o alguien que consideraba más como una hermana pues a pesar de tener 30 lucia hasta de su misma edad.

Talia miraba los pequeños saltos que daba la pelirroja por el aeropuerto, gracias a su vestimenta logro llamar la atención de la mayoría de personas aunque ella misma no lo notaba. Esta suspiro agobiada caminando más deprisa para ir a su lugar—Sabes que cualquier cosa puedes llamarme y estaré ahí enseguida—Sonrió

Ambas se pusieron frente a frente, tal vez Talia sentía culpa por dejarla sola y ira por como sus propios padres no se despedían como se debía—Lo tendré en cuenta, así que ten—La ojiazul saco de su campera amarilla una pequeña caja terciopelada, apenas lo tuvo en sus manos lo abrió noto el collar con el dije de una flor—Siempre me dices que mi aroma es como el de las flores y dulce así que es la mejor manera para que me recuerdes.

—Enserio ten cuidado—Los grandes ojos amarillentos se clavaron en ella, era un aviso.

—Lo se, además que es lo peor que podría pasar—Bromeo, al escuchar el ultimo aviso para subir a bordo abrazo con fuerza a Talia y salió casi disparada como rayo.

Lo normal era viajar junto a su padre pero era la primera vez que subía a un avión sola, apenas puso un píe fue directo a su asiento. Tal vez Japón era uno de sus países preferidos por lo educados que eran en su mayoría los habitantes.

—Bella, Jacob—Pensó Eva, eran inseparables hasta que Bella y ella tuvieron que dejar Forks. Dentro de ella podía sentir miles de emociones, aquel vuelo iba a ser de 7 horas así que se acomodo en su asiento mirando por la ventanilla mientras empezaba a viajar.

 No importaba cuantas veces se sumergiera, el agua estaba helada pero aun así parecía no sentir una pizca de frió. Solo tenía 10 minutos más así que los iba a disfrutar hasta que algo la jalo hasta lo profundo del lago, apenas sintió que la soltaba salio a la superficie respirando con dificultad.

—¡Deja de hacer eso!—Grito, un muchacho de cabello negro asomo la cabeza riendo a carcajadas—Rose, dile algo a tu esposo.

La pelirroja salió del lago escurriendo su vestido blanco mientras hacía que su propio cuerpo genere calor así podía cercarse pero una mujer fue más rápida y la cubrió con una gran toalla—Es un niño todavía—Eva asintió en eso una gran ola se formo detrás del quien la habría arrastrado al fondo, este termino en la orilla repleto de arena y plantas del lago.

—Es trampa, usaste tus poderes.

—Tu te lo ganaste Emmet—La rubia defendió a su hermana sosteniendo un libro, en menos de 3 segundos Rosalie estaba empapada gracias a que su esposo la había arrojado al agua, la única que aun respiraba de ahí se sentó en un tronco al lado de su madre mientras la abrazaba, aunque de apoco se iba volviendo más fuerte haciendo que soltara un grito.

—Esme me estas lastimando—Grito pero parecía que nadie escuchaba, en eso 7 sombras se iban acercando a ella hasta sentir como desgarraban cada parte de su cuerpo.

—Es solo un sueño, Evangeline, ¡Despierta!—Podía escuchar como la voz de un muchacho rubio le hablaba aun teniendo sangre en su boca—!Despierta!.

—Señorita, llegamos—El pecho de Eva subía y bajaba rápido, observo todo su cuerpo para ver si estaba cada cosa en su lugar—¿Se encuentra bien?—La azafata coloco su mano en el hombro de esta para calmarla.

—Solo me asuste, tengo el sueño pesado—Bromeo aun tratando de tranquilizar su respiración.

Al bajar del avión sonrió, aquel lugar estaba nublado y hasta era frió como le gustaba. Apenas tuvo sus maletas se adentró en el aeropuerto pues no era tan grande así que no tenía de que preocuparse en encontrar a su abuela, una señora cercana a los 80 con un humor ácido y oscuro que aveces la asustaba a ella misma.

—No puedo creer lo que haz crecido.