XIV

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Joseph gimió cuando el agua caliente acarició todo su cuerpo. Extendió sus brazos y ___ se colocó entre ellos, descansando su cabeza sobre el hombro de Joseph. Él le alcanzó la copa de champagne y bebieron un trago. Lo sentía rodeando todo su cuerpo, las musculosas piernas a los costados de las suyas, su espalda contra la de ella. Con su mano libre recorría sus brazos y ___ suspiró relajada. Joseph daba ligeros besos en la parta trasera de su cabeza, su cuello y hombros. ___ acariciaba lentamente el muslo de Joseph y se mordía ligeramente el labio al sentir el peso de su erección contra su espalda.

–Esto se siente bien –dijo ella con la voz ronca.

Joseph ronrroneó en su nuca.

–Sí, nena, se siente muy bien.

Colocó la copas en el extremo de la tina y bajó la mano hasta su cintura. ___ giró su cabeza y Joseph se acercó a sus labios, uniéndo sus lenguas en un sensual baile. Fue subiendo sus manos por el suave costado hasta que llegó a sus hombros y los masajeó. ___ gimió suavemente en su boca él movió sus labios atrás de su oído.

–Así, relájate, ___. Tuviste un gran día, deja que te relaje.

Las fuertes manos deshicieron los nudos en su cuello, ___ las sentía tan grandes y fuertes pero en ese momento estaban haciendo que se deshiciera en suspiros. Cerró sus ojos y sostuvo la respiración cuando una mano bajó hasta su pecho. Los labios reemplazaron las caricias en los hombros y sus manos tentaban cerca de sus pechos. Incluso en el agua, ___ sentía la humedad crecer entre sus piernas.

–Joseph, tócame. –dijo con la voz suave.

Joseph sonrió y lamiendo el camino a su oreja dijo:

–Oh, claro que sí, nena, eso es lo que pretendo.

Mordió el lóbulo de su oreja y sus manos atraparon los montículos. ___ soltó un pesado suspiro.

–¿Te gustan mis manos, ___?

Ella asintió e incosncientemente arqueó la espalda contra sus manos. La respiración de Joseph se hizo más profunda y besó su mandibula hasta llegar a sus labios. ___ los unió con hambre y tiró de sus suaves labios. Una mano se deslizó hacia abajo sobre su abdómen y se perdió en el calor entre sus piernas. Con dedos lentos, Joseph separó sus sensibles pliegues y rozó el hinchado clítoris. ___ jadeó y llevó su mano hasta el cuello de Joseph, la hundió en su cabello y tiró levemente de él. Joseph gruñó bajo contra su lengua. Una experta mano le recorría el clítoris hasta su entrada la otra jugaba con sus pechos y cintura.

–Me encanta sentir tu cuerpo, ____ –dijo él en su cuello.

___ recargó la cabeza contra su hombro y se dejó llevar por el placer. Joseph la acariciaba en todos lados, mordía suavemente su espalda, movía su mano como si quisiera recorrer cada trozo de piel.

–Te necesito.

No fue una confesión, sino una orden. Joseph hundió un travieso dedo en ella y ella apretó las piernas.

–Pronto –respondió él.

Siguió tormentando su entrada con uno y luego dos largos dedos. Joseph se tomaba su tiempo girándolos dentro de ella, acariciando sus paredes. Con el pulgar acariciaba el resbaloso clítoris, llevando su placer cada vez más alto. Ella hundía los dedos en sus fuertes antebrazos y muslos. Joseph abrió más sus piernas con el pie y observaba con atención el cuerpo de ___ responder a sus caricias. Aumentó la velocidad alrededor del caliente centro y los jadeos se hicieron más fuertes en el baño. Cuando sintió temblar sus piernas, la giró sobre su cuerpo y besó sus labios. Con un gruñido, se hundió en la caliente entrada y ambos gimieron con la sensación. Rápidamente, ___ lo montó, colocando sus manos alrededor de su cuello. Las manos de Joseph sostenían sus caderas y la dirigían hacia abajo cuando él empujaba más profundo. Cuando los movimientos se volvieron más salvajes, Joseph giró su cuerpo y la colocó de espaldas. De rodillas, ___ se aferró al borde de la tina y sintió la espalda de Joseph contra al suya. Soltó un pequeño grito cuando el agua comenzó a vibrar a su alrededor. Miró hacia los lados.

–Burbujas –Joseph sonrió en su oído.

___ sonrió y jadeó cuando estas chocaron contra su clítoris. Joseph lo cubrió con un dedo e hizo circulos a su alrededor. ___ sintió el placer chocar dentro de ella y se aferró a los brazos de Joseph. Sosteniendo su cuerpo, él colocó una mano en la pared y sostuvo el cuerpo de ___ cuando las piernas se le debilitaron.

–Así, ___. Termina alrededor de mí, me encanta sentir cómo tu cuerpo aprieta más y más mi pene, me vuelve loco.

Ella gimió y dejó que las oleadas de placer la recorrieran una tras otra. Los dedos de Joseph no abandonaron su clítoris hasta que dejó de temblar y pudo sostener su cuerpo. Reitró su erección casi por completo y se hundió en ella un par de veces antes de soltar un gemido y salir de su cuerpo por completo. Joseph sostuvo su respiración mientras los chorros de semen caían con fuerza en la tina. Recuperando su respiración, recargó la frente en su espalda y apagó la tina. ___ acarició su cabello y unos segundos después salieron del agua.

–Necesitaba eso –dijo ___ con una sonrisa, secando el agua de su cuerpo con una toalla.

–Ahora te quiero en la cama –respondió él, con una sensual mirada entre sus pestañas.


Be Mean - Joe Jonas & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora