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La mañana del viernes pasó rápido. Entre almuerzos y comidas, ___ y Joseph terminaron con su agenda a eso de las 6 de la tarde. El nuevo complejo habitacional de J&M había sido todo un éxito y pronto fueron abordados por inversores, compradores y prospectos de proveedores. Sin duda llevarían mucho trabajo al departamento de Provisiones y Legal de Chicago. Cada nueva propuesta de esa naturaleza debía ser revisada por cada área para verificar la calidad de los materiales y que las empresas tuvieran un historial limpio. El lunes tendrían una conferencia con la oficina para que iniciaran con los contactos que habían conseguido en esos 3 días.
 
Por suerte ahora podrían relajarse el resto de la noche y el fin de semana. Joseph sentía que habían sido más de 3 días los que habían estado juntos. Los útlimos dos días había terminado de subir el resto de pertenencias que había llevado consigo a la suite. Básicamente habían estado todo su tiempo libre por las noches entre las sábanas, aunque para las cosas que habían hecho entre las sábanas 3 días parecían mentira. La respuesta de ___ a las nalgadas abrió una puerta hacia juegos más calientes. De solo pensarlo, Joseph quería arrinconarla contra la pared y arrancar su ropa. Sintió la erección crecer en su entrepierna pero se contuvo. Necesitaban relajarse y quizá salir un poco de la habitación mientras aún podían, si iniciaba una ronda de sexo ahora lo más probable era que no salieran de la suite hasta el día sigueinte. Dio otro paso hacia el clóset y la costura del pantalón de mezclilla que se acababa de poner le hizo dar una mueca de dolor.
Terminó de colocarse los zapatos cuando ___ salió del baño con un delicado vestido negro.
 
En contra de todos sus instintos, salieron de la habitación y caminaron en la cálida noche. ___ disfruto de la brisa sobre su piel, relajando sus músculos con cada soplo. Llegaron hasta el malecón del río y avanzaron por el iluminado camino. Unos minutos despues, en uno de los parques turísticos tomaron asiento en una pintoresca cabaña mientras esperaban algo de cenar. Después de un par de cervezas, continuaron su camino. Joseph se rehusó a usar la tarjeta corporativa y ___ apreció el gesto. Se detuvieron un rato a admirar la oscura agua. La conversación fluía entre risas y observaciones divertidas. Cuando Joseph admitió que nunca había estado en un carrusel, ___ lo arrastró hacia la iluminada rueda que estaba frente al río. Cinco minutos después, ___ lo llevaba de nuevo hacia la fila. Cuando finalmente se alejaron del carrusel, Joseph los llevó hacia la fuente. ___ admiraba los edificios con atención.
–Ese es el edificio de Whitmore Inm. –dijo Joseph– tiene 75 pisos y el mejor rendimiento de luces.
–¿En serio? –___ miraba el edificio con curiosidad, una carcajada la hizo voltear.
–No tengo idea de quién es ese edificio –dijo él divertido.
___ sonrió y lo empujó juguetonamente.
–Pero sí sé qué hay en el penthouse –dijo caminando hacia los edificios. ___ lo miró divertida –vamos, confía en mí.

Cuando la puerta del elevador de abrió, Joseph los dirigió hacia una puerta y saludó al hombre que estaba del otro lado. Le dirigió una sonrisa cuando pasaron hacia un corto y oscuro pasillo. La música retumbaba un poco más, a medida que llegaban a otra puerta. Esta se abrió y dejó a la vista un moderno piso con vista panorámica a la ciudad y el río. Paneles de colores se elevaban en los rincones del lugar y bailarines se movían frente a ellos, solo se podía admirar su silueta. En el centro, en un desnivel más alto, había un bar circular con paneles de luces blanca que titineaba al ritmo de la música. A los extremos habían modernos sillones y lo que parecían salas privadas con elegantes cortinas oscuras. En el centro habían personas bailando con los destellos de las luces contorneado sus cuerpos. Algunas mujeres usaban pequeñas alas blancas y un sensual top y falda de tubo que realzaba cada una de sus curvas. Los hombres que llevaban alas vestían justados pantalones blancos y presumían su marcado abdomen con orgullo.
–Bienvenidos al Paraíso –dijo una sensual voz a su lado. ___ vio a la hermosa chica que los llevó a una pequeña sala cerca del ventanal. Ordenaron sus bebidas y la chica se fue.
–¿Qué es este lugar? –preguntó divertida
–El Paraiso –Joseph sonrió

Be Mean - Joe Jonas & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora