Be Mean - Joe Jonas & Tú

XXI

Cuando llegaron sus bebidas, Joseph los llevó más cerca de las personas que bailaban al ritmo de la animada música. Sus cuerpos se movieron juntos y pronto encontraron un ritmo sensual y ligero. La electricidad se metía en los espacios donde sus cuerpos no se estaban tocando. Las luces de láser blanco generaban cierta privacidad con su intermitencia. ___ cerró sus ojos y disfrutó de la cercanía, de la energía de la gente a su alrededor y sonrió cuando sintió la mano de Joseph acariciar su espalda. Su toque se sentía muy cercano sobre la sedosa tela de su vestido. El cabello le daba cosquillas en los hombros expuestos. Abrió los ojos y Joseph la observaba directamente. Se acercó más a ella y con sus movimientos rozaba el costado de su cuerpo. Colocó con cuidado el frío vaso sobre la base de su espalda y ___ inspiro con fuerza. Joseph sonrió y acercó su boca al oído de ___.
–Encajas perfecto en este lugar.
Ella sonrió y movió su cabello hacia el otro hombro. Los labios de Joseph recorrieron el expuesto cuello y ella sintió un escalofrío. Joseph colocó una mano sobre su cadera y la giró hasta que la puso de espaldas.
___ unió sus dedos y movió su cuerpo contra el de él. La música retumbaba contra las paredes y vibraba por sus cuerpos.
Ella elevó sus brazos hasta el corto cabello y Joseph recorrió con las palmas de sus manos desde las femeninas piernas hasta el costado de sus senos. Sus dulces senos se movían libremente y desde su altura podía ver las duras puntas empujar sobre la sedosa tela cuando la luz los acariciaba.  Gimió en su oído y deslizó una mano hasta que rodeó la pesada curvatura de un pecho. ___ exhaló y lo miró con ojos brillosos. Con una mano, ___ acarició la nuca de Joseph y sus cuerpos se fundieron unos con otros en el baile de luces. Joseph giró su cuerpo hasta dar la espalda al resto de la sala y la imponente vista de Detroit se alzó frente a ellos. Con manos veloces, ___ acarició la incipiente erección que presionaba contra sus nalgas. Joseph tembló y aseguró su mano firmemente en la pequeña cintura de ella.
Bailaron y se provocaron con la gran ciudad debajo de ellos, el sudor acumulándose en los suaves montes de ___. La mirada de Joseph se perdió en el profundo valle y unos erectos pezones recibieron la calidad atención. ___ sentía los pechos hinchados y pesados, los pliegues de su coño apretarse y humedecer la ligera tela que rozaba la sensible piel. Joseph la observaba con oscura atención mientras movía sus caderas y recorría con las manos el largo de su cabello. Con una última mirada, Joseph los dirigió más profundo en el club. Tomaron el elevador hacia el siguiente nivel y ___ lo siguió sorprendida a través de un nuevo par de puertas. Está parte del club tenía menos afluencia de gente, el ambiente pintado de luces blancas y rojas mucho más tenues. La música más sensual y profunda. Nuevamente se perdieron en el ritmo y la electricidad aumentó cuando sus labios se unieron en un largo beso. La oscuridad del lugar permitía un roce más cercano entre ambos. Joseph colocó su espalda contra la de ella y ambas manos en los costados de su suave cadera. Sus cuerpos encontraron un delicioso ritmo y la boca de Joseph bajó hasta el delicado cuello y hombro de ___. Ella descansó la cabeza en él y cerró los ojos, complacida. Juguetonamente, deslizó uno de los tirantes del vestido hacia abajo y la suave tela se sostuvo en su lugar únicamente por el volumen de su pecho. Joseph gimió en su oído y subió una de sus manos a su cintura, la otra corrió hacia abajo sobre el cálido muslo. ___ giró su cuerpo y besó el lóbulo de Joseph. Él gimió un sinfín de calientes promesas y ___ sonrió complacida.
Cuando el mesero fue por sus bebidas, ___ siguió su camino y sus ojos encontraron un par de telas vaporosas a lo largo de la tenue sala. Con atención logro distinguir dos cuerpos moviéndose rítmicamente. La luz llegaba desde el fondo de lo que parecía un privado pero más amplio que los del piso inferior. En ese piso, las cortinas eran oscuras y densas, sin dejar ver lo que pasaba dentro. Aquí, la luz de la luna y la ciudad iluminaban las siluetas por detrás, un ligero baño de las luces del club iluminaban lo suficiente para distinguir matices en la piel. Una sutil lámpara iluminaba el espacio por dentro, colocada en el extremo más lejano desde el centro del club, cerca de una pared de cristal que seguramente veía directo hacia el corazón de la ciudad. Las salas se encontraban ligeramente por encima de la pista de baile, dando una sensación de privacidad a la pareja. En realidad solo era posible ver las siluetas si uno prestaba atención. Aquella exhibición privada calentó las mejillas de ___. Joseph la observaba mientras sus ojos recorrían los rincones de la sala privada y su pulso se aceleró cuando observó la respuesta de su cuerpo. Delicadamente, acarició su hombro y movió el cabello a un lado.
–¿Te excita ver, ___? –susurró detrás de su oído. Ella tembló.
–Es el saber que son consientes de que los observamos, pero no podemos ver nada. –dijo con voz ronca.
–Pero sí podemos verlos, hermosa. Observa cómo ella arquea la espalda. ¿Lo ves?
Ella asintió.
–Y cómo él toma sus pechos, cómo brincan contra la luz. Amo morder tus pezones cuando tus pechos brincan frente a mi rostro, ¿te gusta? Muerdes tu labio y tu coño se aprieta más cuando lo hago.
___ pasó saliva.
Cuando sus bebidas llegaron, Joseph entendió la mirada de ___ y habló brevemente con el mesero.
Ella asintió cuando el chico se alejó. Dio un trago a su bebida y los labios de Joseph cubrieron los suyos. Ella pegó su cuerpo al duro pecho de él y suspiró feliz cuando la lengua de él encontró la suya. Joseph tiró levemente de su cabello al mismo tiempo que mordía su suave labio.
–¿Alguna vez te has corrido frente a un club entero? –gimió ___ en el oído de Joseph.
Él río con voz ronca.
–Siempre hay una primera vez, preciosa.
Terminaron sus tragos entre oscuros roces y caminaron hacia el acceso escondido.