Con una sonrisa, ___ comenzó a montar la gruesa erección haciendo que la respiración de Joseph se hiciera más fuerte y entrecortada. Sus dedos quemaban por tocarla pero aún no podía bajar los brazos. Ella se inclinó un poco hacia atrás, incrementando la fricción y el alcance de la penetración. Joseph observaba con ojos hambrientos cada detalle de su cuerpo brincando sobre él. Con un mano, ___ alcanzó sus testículos y los rozó con las uñas. Joseph dejó salir un enorme gemido y las venas de su cuello se hicieron incluso más notorias.
- Estoy muy cerca, ___ - dijo con la voz más caliente que le había escuchado- Necesito tocarte.
Ella aumento la intensidad de sus cuerpos chocando, dentro y fuera una vez más y con una sonrisa devoró sus labios.
Tomó una mano de Joseph y la colocó sobre sus nalgas e inmediatamente las manos de Joe recorrieron con hambre su cuerpo desnudo. ___ tiró del labio inferior de Joseph y soltó un grito caliente cuando una de las palmas de él impactó deliciosamente con su nalga, enviando vibraciones directas a su clítoris. Joseph sujetó sus caderas con una mano y tomó su pecho con la otra. Luego tomó el control de las penetraciones. Se deslizó más rápido, más profundo y más duro en su interior, mientras ella apretaba con fuerza su miembro. Joseph tenía los ojos nublados por la pasión y sus gemidos fueron subiendo de volumen hasta que las vibraciones que llevaban al extasis a ___ lo llevaron también a un intenso y prolongado orgasmo.
Los fluidos de ___ cubrian sus muslos. Joseph siguió deslizando su pene por los sensibles pliegues de ___ hasta que ambos recuperaron el aliento.
Permanecieron así, con los latidos del corazón en los oídos por unos minutos.
Los delicados dedos de ___ en su pecho lo hicieron recordar cómo había acariciado su miembro y éste comenzó a reaccionar. ___ gimió con placer al ver la enorme erección alzarse de nuevo y lo observó a los ojos.
- Creo que quiere repetir el mejor orgasmo que hemos tenido - dijo honestamente con una sonrisa en el rostro. Sin dejar de sonreír, Joseph besó sus labios y mordisqueó su cuello juguetonamente. ___ hundió sus dedos en el cabello despeinado de él y su cuerpo instintivamente comenzó a responder al increíble hombre desnudo que tenía a su lado. Se estiró por otro condón y ella se lo colocó. Quiso acariciarlo más tiempo pero Joseph tomó sus manos.
Feliz, Joseph se acercó más al suave cuerpo de ella para darle húmedas atenciones. Entre besos y mordidas, se colocó entre las piernas de ___ y las acarició a detalle. Una por una las abrió sobre la cama, admiró hambriento sus rosados pliegues y finalmente las colocó sobre sus hombros. Se deslizó ágilmente en su húmedo canal, ya de por sí sensible, y lentamente fue tocando sus paredes internas hasta encontrar ese punto secreto que estaba buscando. Continúo rozando ese punto hasta que la sintió temblar entre sus brazos. Metió su dedo medio en la boca de ___ y rozó su hinchado clítoris despacio. ___ sentía cómo su cuerpo estaba apunto de explotar pero cuando creía que lo iba a hacer, su placer se extendía más y más. Al mismo tiempo sentía a Joseph hacerse más grande en su interior mientras giraba las caderas y llegaba a cada rincón de su ser. La estaba matando de placer, lento y delicioso. Respondía a cada gemido y súplica con más atenciones. Cuando pensó que nunca la liberaría de ese eterno placer, bajó sus piernas de sus hombros y la hizo girar hasta que su espalda estuvo presionada contra su duro pecho. Joseph abrió más las rodillas de ella con las suyas sobre el colchón. Sentía la pesada erección de Joseph bien caliente entre sus nalgas.
- ¿Quieres correrte? -le preguntó al oído mientras jugaba con sus pechos y pezones, la tenía a su merced. Ella asintió inmediatamente e intento apretar sus piernas. -Dime cómo quieres que haga que te corras, hermosa.
Ella soltó un gemido y presionó sus nalgas contra su erección. Joseph besaba su cuello y espalda con mucho placer.
- Cógeme duro, quiero que me duelan las piernas mañana por lo duro que me lo des -dijo ella sin titubear.
Con un gruñido, él llevó una mano a su clítoris.
- Aún no he terminado, cariño. Mañana ni tú ni yo vamos a poder sentarnos bien por el dolor. Y vas a pensar en mí cada segundo del día.
- Me gusta esa promesa -dijo ___ con un gemido.
- Soy un hombre de palabra - Joseph mordió su espalda y tiró de su cabello. ___ arqueó el cuerpo con expectativa.
Dejando a un lado la delicadeza, Joseph separó sus nalgas y entró en ella con firmeza. Ambos soltaron gemidos y oraciones entrecortadas mientras Joseph la embestía con toda su energía. Él sujetó las manos de ella en su espalda y ___ quedó a su merced. Sentía por todo su cuerpo los empujes y se entregó totalmente al momento, abriendo más las piernas para buscar incluso más impacto. Con una mano, Joseph sujetó la cintura de ___ como si su vida dependiera de ello y mordisqueó su espalda para controlar sus gemidos. Cuando alcanzaron un ritmo frenético, Joseph pellizcó sus pezones y tiró de ellos.
-Sí, Joseph, sí, así -logró mascullar ___ entre gemidos antes de gritar su nombre con la voz entrecortada.
-Sí cariño, follame duro, así ___, córrete para mí -repetía Joseph en su oído.
___ cerró los ojos con fuerza y sintió sus fluidos correr por sus muslos. Por suerte Joseph la sujetaba porque ella temblaba tanto que no podía mantenerse de pie. Con un gemido profundo, Joseph dijo su nombre.
-Me vuelves loco, ___, voy a correrme, Dios me voy a correr muy duro.
Joseph dio una última embestida y dejó escapar un grito estrangulado mientras temblaba sin control.
De espaldas sobre la cama, Joe acariciaba el muslo de ___, que descansaba sobre sus propias piernas desnudas. Ella quería responder a las vibraciones que eso enviaba a su sexo pero ya no tenía energía para más.
-Definitivamente, un hombre de palabra- dijo ella con voz soñolienta. Él la observó divertido - No creo poder moverme desde hoy. - dijo ella con expresión satisfecha.
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Be Mean - Joe Jonas & Tú
Fanfiction-Estás tan mojada -gruñó Joseph mientras extendía ambas piernas con las manos. -Desde que te conocí -respondió ____. Un eléctrico encuentro puede cambiarlo todo. Especialmente si no sabes con quién te estás metiendo. La química es innegable y su ca...