El profe sexy.

Capitulo IX: Cambio de papeles.

-¿Ya tienes experiencia con esta clase de danza?- me pregunta amablemente la profesora de danza, la profesora Diva Celeste, si se llama Diva y se apellida Celeste. Es una mujer de unos aproximados cincuenta años, con cabello cobrizo y muy simpática y dulce. Me hace acordar a mi tía Ana.

-Sí, yo empecé a practicar a los diez años pero por razones personales lo deje a los diecisiete.

-¡Perfecto!- dice y da pequeñas palmadas.- Las clases comienzan a las tres de la tarde.- dice amable y se va hacia donde están las telas colgadas.

El gimnasio está totalmente trasformado. Las telas cuelgan desde lo alto del techo, colchonetas esparcidas por el piso en caso de que alguien se caiga, pelotas, aros. Todos los elementos para practicar todo tipo de danzas o tipos de gimnasias artísticas.

-¿No es peligroso estar colgando desde tan alto?- me pregunta Sebastian mirando a la profesora que hace movimientos perfectos en las telas.

-Si sabes cómo agarrarte y no eres torpe no hay peligro.- digo mirando como la profesora hace movimientos que ya conozco, a pesar de su edad se mueve con destreza y delicadeza.

-Yo prefiero las actividades más seguras.- dice pasando un brazo por mis hombros y caminando hacia la salida.

-¿A si?, ¿cómo cuáles?- le pregunto pasando un brazo por su cintura y caminando con él.

-jumm... Video juegos, caminar, dormir...

Yo me rio.

-Pero esos no son deportes ni nada por el estilo.- le digo aun riendo.

Él solo se encoje de hombros y se ríe. Caminamos por los pasillos, nuestra siguiente clase empieza en media hora así que decidimos ir al parque que hay dentro de la escuela para pasar el tiempo bajo el sol.

-¿Te diste cuenta como miraba Julián a tu hermana?- le pregunto mientras nos sentamos en un banco.

-Sí, lo note. Eva es una chica muy tímida. Espero que la estén tratando bien.- dice con ese tono que tiene todo hermano sobreprotector.

-Seguro que si.- le digo recostándome contra el asiento y miro hacia el edificio.

-Y... ¿Tienes novio?

-No, soy una mujer libre.- me cruzo de brazos.- ¿Y tú?

-Ella me engaño con mi mejor amigo.- dice y noto amargura en su tono.

-¡Uff que zorra!- le digo y pongo cara de indignación, esto hace que se ría y relaje un poco la actitud.

-Sí, muy zorra.- dice asintiendo con la cabeza.- ¿Vives sola?

-Nop, vivo con mi hermano Jordi- le digo y siento que mi móvil vibra anunciando un mensaje.- es mi gemelo.

- ¿Es el que te venia cargando en la entrada?

-El mismo.- le digo y abro el mensaje que es de Samuel.

Después de ese mensaje subido de tono no pude sacármelo de la cabeza, los papeles se invirtieron. Siempre fui yo la que los seducía y hacia que cayeran a mis pies, que rogaran por que aceptara una salida con ellos y ahora soy yo la que se queda muda, se sonroja... Esto no me gusta.

Abro el mensaje:

Te espero en la biblioteca en cinco minutos

Mi interior se retuerce por la anticipación y miro nerviosa a Sebastian.

-Seb tengo que encontrarme con alguien, nos encontramos en la clase.

-Bueno.- dice con mirada extrañada