Capitulo XXIX: La cita.

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Entro a la casa con una sonrisa tonta clavada en la cara, cierro la puerta y avanzo hacia mi habitación feliz de la vida.

-Quiero una explicación.

Me sobresalto al escuchar la voz de mi hermano proveniente de la oscuridad, una luz se enciende y lo encuentro sentado en el sofá con cara de pocos amigos.

-¿Estas haciendo la típica de padre sobre protector?.- pregunto divertida.

Me lanza una mirada que hace que me arrepienta de haber abierto la boca, esta cabreado.

-¿Que ocurre?.- le pregunto mas seria.

-No puedo creer que le estés haciendo esto a Matt.- niega con la cabeza y me mira con decepción.- Él volvió de Alemania solo para verte a ti y tu estas revolcándote con ese como si fueran animales, no tienes ni el menor respeto, lo traes a la casa, me tengo que enterar por otros que estuvo aquí mientras yo no estaba y lo peor es tu profesor, me das vergüenza.

Mi cara se pone roja del enojo.

-No puedes hablarme así, no puedes defender a Matt después de todo lo que me hizo.

-¿Que hizo?.- dice elevando la voz- ¿Ser tan estúpido por haberse enamorado de ti?.

-Sabes muy bien todo el sufrimiento que tuve que pasar por su causa, me dejo sola en el momento que mas lo necesitaba;- las lágrimas de rabia inundan mis ojos- jamas se puso en contacto conmigo, ¿que esperabas? ¿que lo este esperando con los brazos abiertos después de siete años?.- tiemblo de la ira.

-Lo menos que podrías hacer es tener un poco de respeto por él.- me espeta Jordi- Esta haciendo todo lo posible por volver contigo pero te rehúsas a abrir nuevamente tu corazón.

-Mi corazón ya fue dañado hasta quedar irreconocible, pero encontré a la persona que sera capaz de arreglarlo y no es Matt.

-Pueden dejar de pelearse, ¡son hermanos joder!.- grita mi tío sobresaltándonos a Jordi y a mi.- ¿Porque pelean de esta manera?.

-Jordi quiere meterse en mi vida, tengo la edad suficiente para poder arreglar las cosas yo sola.- miro fijo a mi hermano.- No soy mas esa niñita asustadiza.

Doy por finalizada la discusión y subo a mi habitación, cierro con un portazo y me comienzo a desvestir para bañarme. El agua logra sacar un poco de tensión pero no es suficiente, la rabia continua circulando por mis venas. Me termino de lavar y me seco, camino hasta el armario para buscar algo de ropa y veo esa caja; la caja que hace siete años cerré y jamas volví a abrir, es hora de que deje salir todo esto que llevo acumulando hace años, dejar libre todos los demonios que me acompañan hace todos estos años.

Agarro la caja y la dejo sobre la cama, me subo a ella y me siento con las piernas cruzadas; miro la caja como si fuera a atacarme en cualquier momento, mis manos se niegan a sacar la tapa.

-Maldita sea.- maldigo y arranco la tapa.

Mi corazón se acelera mientras veo las fotos y cartas que hay en el interior, mi mano temblorosa agarra el montón de fotos que están agarradas con una banda elástica, quito la misma y comienzo a pasarlas. En ellas estamos Matt con apenas catorce años, la primera foto que nos sacamos juntos, nuestra primera cita, fotos con mas amigos con Jordi con mi tío. Un sollozo se escapa de mi garganta cuando veo la ultima foto... esa foto, sus hermosos ojos azules mirándola fijamente a ella, sonríe cariñosamente a la pequeña criatura que tiene en brazos y mi corazón clama por un poco de paz; remover el pasado fue muy mala idea. 

Arrojo las fotos nuevamente a la caja y la cierro, me levanto y bajos hacia la cocina; tiro todo: fotos cartas y recuerdos a la basura y lloro. Es hora de avanzar y dejar de torturarme con toda esa mierda.

El profe sexy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora