Bajo de la escalera y él sigue mirándome con cara sorprendida.
-¿Tengo algo en la cara o por fin me salieron mis cuernos de diabla?.- le pregunto divertida y logro que salga de su trance.
-¿Que haces aquí?.
-Vengo a buscar algunos libros para hacer el trabajo que tu nos dejaste y no puedo bajar ese libro.- digo apuntando al gordo libro que no logro alcanzar.
-¿Sera porque eres muy enana?.- me pregunta levantando una ceja y se gana un golpe en el brazo de mi parte.
-No, es que mucha sensualidad en un cuerpo mas alto sera letal.- digo arrogante y me cruzo de brazos.
-Ya lo creo.- responde y ríe levemente.- ¿Quieres que te ayude con el trabajo?.
-No seria algo un poco... ¿Tramposo?.
-No tiene que enterarse nadie.- me dice y me mira expectante.
La verdad es que mi cabeza esta muy dormida y creo que yo sola no podría termina el trabajo.
-Bueno, acepto su ayuda señor profesor.- digo agarrando mi morral.
-Un placer alumna, vamos a mi salón. Allí nadie nos molestara.- me guiña un ojo y entiendo que no solo nos dedicaremos a hacer el trabajo.
Llegamos al salón y él se encarga de cerrar con llave la puerta.
-No me escapare si eso piensas.- le digo acercando una silla a el escritorio.
-No correré riesgos.- dice mostradome la llave y guardándole en el bolsillo delantero de su jean.
Yo comienzo a sacar mis cuadernos mientras él se acomoda en su lugar, quedamos frente a frente. Hacemos el trabajo con total profesionalismo, me explica los conceptos que no entiendo y hacemos un poco de trampa buscando cosas por internet. Nos reímos y disfrutamos de la mutua compañía, no me sentía tan a gusto con otra persona desde Matt, al parecer Samuel es diferente.
Miro la hora y veo horrorizada que ya pasaron tres horas desde que salí de la casa. Y en un par de horas debo entrar a trabajar a la librería.
-Creo que es hora de irme.- digo guardando las hojas.
-¿Tan pronto?.
-Si, tengo que trabajar. Este sexy cuerpo no se alimenta de aire.- digo acomodándome los lentes y colgándome el morral al hombro.
-No tengo la menor duda de que te alimentas bien.- dice indiferente pero divertido.
-¿¡Estas insinuando que estoy gorda!?.- le pregunto con fingido enojo, siguiéndole el juego.
-Solo estoy diciendo que estas rellenita.- en su cara amenaza una risa.
Dejo caer mi morral y voy a paso firme hasta quedar parada frente suyo. Él tiene una mirada divertida y aguanta la risa.
-En primer lugar no soy rellenita, tengo curvas y el segundo- digo poniendo dos dedos frente su cara- a los hombres les gusta mas las mujeres con curvas que flacas sin forma.
Se ríe y pasa los brazos por mi cintura para atraerme hacia él.
-Tienes razón, nos gustan con muchas curvas.- dicho esto ataca mi boca, se separa y toca mis anteojos.- Por cierto, que bien te quedan los lentes, te hacen ver mas sexy de lo que ya eres.
-Oh gracias.- digo procurando que el rubor no se haga presente en mi cara.
-¿Estas libre esta noche?.
-Tenia planeado pasar la noche leyendo, ¿Porque?.
-¿Quieres ir a cenar conmigo?
Mi cejas se elevan por la sorpresa. ¿Me esta pidiendo una cita?, hace muchos años que no salgo a cenar con nadie y me resulta un poco incomodo.
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El profe sexy.
FanficElla es una simple estudiante universitaria fascinada por la filosofía y la mitología griega. Su pasado no es nada lindo: abandonada a los 6 años junto a su hermano mellizo a jurado jamas enamorarse ni querer a nadie como lo hace con su hermano. Per...